martes, 12 de agosto de 2014

Nueva Novela

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Aqui esta el link chicas ... siganla ... 3 o mas y agrego ... hasta pronto :))

Capitulos Finales 67º 68º 69º 70º y 71º

CAP 67.-
Gordon: ¡Ya tienes un maldito aeroplano! ¡Puedes volar con él todo lo que quieras!
Simone: ¡Gordon! -apoyo una mano en el brazo de su marido-. Esa no es la cuestión. Quiere volar por su cuenta como ha hecho _____. Además, la echa de menos como un loco. No sé si será algo más que amistad, aunque estoy empezando a creer que sí -miró a Tom-. No he querido entrometerme, pero he tenido la fuerte sensación de que _____ y tú han traspasado las fronteras de la amistad este verano. Y Debbie también lo cree.
Tom: ¿Has estado hablando con la madre de _____ de eso?

Tom sintió un fuerte ardor en la cara.

Simone: Para ser sincera, mucha gente del pueblo tenía sus sospechas. Nos preguntábamos si _____ decidiría quedarse en casa después de todo. Y cuando se fue, lo sentí mucho por ti.
Tom: Lo sabía - tiró la servilleta en la mesa y apartó la silla-. Esto era todo por una mujer. Si _____ hubiera tenido el buen juicio de quedarse en Coppervile, podríais haberos casado y no estarías comparando el rancho con un maldito elefante.
Tom: ¡No eches la culpa a _____! -en su agitación se levantó-. Siempre he sentido lo mismo. Los dos lo hemos sentido, _____ y yo. Nos pasábamos horas de pequeños hablando de los sitios que veríamos y de las cosas tan excitantes que haríamos en cuanto nos fuéramos de Copperville.
Gordon: Muchos críos hablan así, pero después se hacen mayores y se dan cuenta de que lo que tienen aquí es mucho mejor que lo que puedan encontrar por ahí fuera.

Tom miró a su padre e intentó ponerse en su piel. Después de casi treinta años de deslomarse por crear una herencia para su hijo, ahora aquel hijo rechazaba su legado. Y Tom odiaba hacerle daño a su padre.

Tom: Puede que sea mejor, papá, pero nunca lo apreciaré si no veo algo del resto del mundo.
Simone: Por supuesto que debes -intervino su madre.
Gordon: Entonces quizá deberíamos vender el rancho ya. No merece la pena matarnos a trabajar si no se lo vamos a pasar a nadie…
Simone: ¡Oh, Gordon! ¡Por Dios bendito! –Simone parecía enfadada-. Olvida tu orgullo herido por un minuto y escucha lo que tu hijo está diciendo. Necesita tiempo para explorar el mundo. Y necesita estar con la mujer a la que...

A Tom se le hizo un nudo en al garganta.

Tom: Mamá, no saques conclusiones tan pre...
Simone: Saco las conclusiones que quiera, muchas gracias -lo miró enfadada-. Y _____ siente lo mismo por ti, a menos que este muy equivocada. Y también creo que los dos añoraran enseguida Copperville y volverán a criar a sus hijos aquí.
Tom: ¿Hijos? - casi se atragantó-. Lo último que sé es que _____ no tenía ninguna intención de casarse, cuanto menos de tener niños. Creo que esta vez te has pasado un poco.

Su madre sonrió.

Simone: No, yo creo que eres tú el que se ha quedado corto. Vete a Nueva York y haz esas preguntas. Mira a ver qué respuestas te da - miró hacia su marido-. Lo único que necesitamos es contratar a alguien una temporada hasta que estos dos vuelvan a casa.

Gordon frunció le ceño.

Gordon: ¿Y si no vuelven? Entonces todo será para nada.
Simone: Eso es la mayor tontería que te he oído decir Gordon. ¿Nada? Este rancho ha sido el sueño de tu vida. Esperabas poder pasárselo a tu hijo, pero también lo querías para ti mismo. Lo has pasado de maravilla viviendo la vida del rancho y no te atrevas a decir que sólo estabas haciendo un sacrificio por tu hijo.

Poco a poco, la expresión de Gordon fue suavizándose.

Gordon: Supongo que tienes razón, Simone. La verdad es que no me imagino otro sitio para vivir. Por eso no puedo entender que alguien en su sano juicio quiera irse a vivir a ese nido de ratas que es Nueva York.
Simone: Cada persona es diferente, pero estos dos volverán, ya lo veras.
Tom: Mamá, no puedo hacer ninguna promesa.

Pero Tom no pudo evitar barajear unas pocas fantasías. Quizá podría tenerlo todo, unos cuantos años de aventuras con _____ y una familia y la seguridad allí en Coppervile con la única mujer a la que quería. Pero a _____ podría no interesarle aquel plan. Después de todo, le había devuelto el colgante.

Simone: No tienes que hacernos ninguna promesa -dijo su madre-. Pero supongo que tendrás que hacerle alguna a _____.

CAP 68.-
Nueva York era todo con lo que _____ había soñado. Se había acostumbrado a recorrer Manhattan de arriba abajo en los fines de semana y en cada excursión descubría nuevas delicias. Se había hecho adicta a la comida callejera y a las tiendas de exquisiteces así como a subir a lo alto del Empire State.
Pero lo que no había esperado era sentirse tan terriblemente sola. Se había hecho amiga de la gente de su trabajo, pero para ella la amistad requería mucho más tiempo. Los amigos eran la gente que conocías de años, la que conocía a tu familia y al resto de tus amigos. Los amigos eran gente como Tom...
Había creído que el deseo por él se le pasaría después de dos meses, pero en todo caso, se había hecho más fuerte. Ese día, lo llevaba peor de lo normal, porque era domingo y porque era la fiesta de Halloween, unas vacaciones que Tom y ella habían compartido durante veintitrés años y nunca se habían considerado demasiado mayores como para disfrazarse.
_____ había sido invitada a una fiesta de una de las profesoras de su escuela y había aceptado, pero ahora, sentada en su diminuto apartamento intentando pensar en un disfraz, no conseguía animarse. Lo más sencillo sería ponerse el disfraz de doncella de harén con el que había bailado para Tom, pero eso le traería recuerdos.
Suspiró. Se moría de ganas de que Tom la abrazara de nuevo, pero lo echaba de menos más a él que sus relaciones sexuales. Ya había rechazado algunas invitaciones para salir. Sólo pensar en que alguien que no fuera Tom la besara le producía escalofríos.
Si seguía así, debería resignarse a la idea de quedarse soltera para siempre. Estaba empezando a pensar que ella era mujer de un solo hombre. Nunca lo había creído antes, pero después de lo del verano, Tom se había llevado no sólo su virginidad, sino su corazón.
Después de ponerse los transparentes bombachos y el sujetador de brocado, se fue al espejo de su pequeña habitación a ajustarse el velo y sintió ardores al pensar en los ojos de Tom cuando había bailado para él. Nunca en su vida se había sentido tan sensual como cuando había agitado sus senos prácticamente delante de las narices de Tom. Le había hecho perder la cabeza. Quizá no quisiera casarse con ella pero en aquel momento le había pertenecido por completo.
Y había dicho que la amaba. Ahora se preguntaba si lo único que significaría sería el fantástico sexo que habían compartido durante el verano.
No, no podía ponerse aquel disfraz. Le hacía echar de menos a Tom de todas las formas concebibles, física, mental y emocionalmente. Alquilaría un vídeo y pasaría de la fiesta. Se llevó la mano al cierre del sujetador de pedrería cuando sonó el timbre de la puerta.
Sería seguramente su vecina de la puerta de al lado. Se miró al espejo. Bueno, era Halloween, así que nadie se extrañaría de encontrarla disfrazada.
El timbre sonó de nuevo. Entonces la voz que oyó le llevó el corazón a la boca.

Tom: Golosinas o pellizco.
Tu: ¡Tom!

Salió corriendo a la puerta, abrió y dio un respingo.

Tom iba disfrazado de jeque del desierto, con ropas de ricas telas y un turbante blanco con un adorno de oro en la cabeza. Cuando la vio, él también se quedó con la boca abierta.

Tom: ¡Uau! Esta telepatía ya es de asustar.
Tu: Sí -dijo ella sin dejar de mirarlo con el corazón desbocado-. Da un miedo mortal.
Tom: ¿Vas a ir a alguna fiesta?
Tu: No. Bueno, quizá. Me invitaron a una y estaba intentando decidir si quería ir o no, así que me puse el disfraz para ver si podía llevarlo -tragó saliva-. Pero no puedo. Bueno, pasa. ¿Tienes equipaje? ¿Cuánto tiempo vas a quedarte? ¿Cuándo has...?
Tom: No he traído equipaje. Lo he dejado en el hotel.

Las esperanzas de _____ cayeron por los suelos.

Tu: ¿Ho... hotel? ¿O sea que no vas a quedarte... conmigo?

Tom entró y cerró la puerta tras él entre el crujido de las telas. Entonces, se dio la vuelta para mirarla.

Tom: No quería imponerte mi presencia. Supongo que tendrás una vida bastante agitada y que te estarán pasando todo tipo de cosas.

O sea que sólo había ido de visita, pensó con una profunda decepción.

Tu: Bueno, por supuesto me encantará organizarme para estar contigo. Si me hubieras dicho que venías, podría haberlo arreglado para tomarme un par de días libres, pero ahora, con tan poca antelación, no estoy segura.

Tom agitó una mano como si no le importara.

CAP 69.-
Tom: No quiero que interrumpas tu trabajo por mí -vaciló-. Dijiste que te habían invitado a una fiesta. -su voz se hizo ronca-. ¿Tienes alguna cita con algún chico?

Por un momento consideró mentirle, pero no lo había hecho nunca con Tom y no iba a empezar ahora.

Tu: No. Es de gente de mi trabajo. No es ningún tipo de fiesta de parejas ni nada de ese tipo.
Tom: ¿Y pensabas ir con eso puesto?

Una cosa era que ella no hubiera podido soportarlo por los recuerdos y otra muy distinta que él se lo preguntara con aquel tono. No tenía derecho a hacerlo.

Tu: ¿Y por qué no?
Tom: ¡Porque es indecente!
Tui: No pensabas eso la noche que bailé para ti -se sopló con impaciencia el velo de la cara-. ¡Te gustó tanto que tenías la lengua fuera, caballero!
Tom: Y la sigo teniendo. Y a todos los chicos que estén en esa fiesta les pasará lo mismo.

_____ alzó la barbilla.

Tu: ¿Y a ti qué te importa?

Él se adelantó y la agarró.

Tom: Me importa todo…

_____ se quedó sin aliento y el espacio pareció contraerse cuando se sintió perdida en su mirada.

Tom: ¡Maldición! No pensaba portarme así. Quería ir despacio, averiguar primero si tenías algún novio.

_____ sintió otra oleada de deseo. ¡Qué día tan maravilloso! Un día glorioso, a decir verdad, pensó.

Tu: Bueno, creo que si.
Tom: ¿Que lo crees? -bajó la vista hacia ella con el ceño fruncido-. ¿Qué tipo de respuesta es ésa?

_____ se alegró de no haberse quitado el velo para poder ocultar la sonrisa.

Tu: No está siendo muy claro acerca de sus intenciones, así que es difícil para mí saber si es mi novio o no. Pero estoy bastante segura de que lo es.

Tom frunció aún más el ceño.

Tom: ¿O sea que es uno de esos tipos que no se deciden?
Tu: Digamos que está un poco confuso.
Tom: ¿Y qué es lo que sientes por él?
Tu: Estoy loca por él.

Los ojos de Tom se ensombrecieron mientras la apretaba el brazo con más fuerza.

Tom: No puedes estarlo.
Tu: ¿Por qué no? ¡Es fantástico!
Tom: ¿Fantástico? ¿Qué quieres decir con eso? -entrecerró los ojos-. _____, ¿has hecho el amor con ese tipo?
Tu: Recientemente no.
Tom: ¡Me importa un rábano si es reciente o no! _____, ¿Cómo has podido hacer el amor con otro hombre? ¿Cómo has podido?
Tu: Lo cierto es que llevo sin hacer el amor desde agosto. Y la última vez que lo hice llevaba este mismo disfraz puesto.

La comprensión suavizó el gesto de Tom.

Tom: ¡Oh! ¿Y dijiste que estabas loca por ese tipo?

_____ asintió.

Tom: No me puedo imaginar por qué -susurro Tom con voz ronca-, porque es un idiota.
Tu: No -se acercó y le acarició la mejilla con la mano temblorosa. Lo deseaba, fuera cual fuera la razón de su estancia-. Sólo está confuso. ¿Quieres cancelar la reserva del hotel? Nadie de Copperville tiene por qué saber que te has quedado en mi casa durante tu visita, si es eso lo que te preocupa.
Tom: No he venido de visita.
Tu: ¿Qué?
Tom: Estoy buscando trabajo en un par de compañías aéreas. He venido a vivir aquí.

CAP 70.-
_____ estaba aturdida con la noticia.

Tu: ¿Y qué pasa con el rancho? ¿Y tus padres?
Tom: Han contratado a otra persona para hacer mi trabajo. Decirles que necesitaba vivir por mi cuenta no fue nada fácil, pero fue lo correcto. Se lo debería haber dicho antes, pero supongo que tú me marcaste el camino.
Tu: ¡Estoy impresionada!

A Tom se le nubló la mirada.

Tom: Mira, esto no te obliga a nada. No te estoy pidiendo que cambies tu vida sólo porque yo haya decidido venir aquí. Quiero decir que... desde luego que me encantará verte y todo eso, pero...
Tu: ¿Y qué quieres decir exactamente con "todo eso"?

_____ agitó las caderas contra su túnica y sintió su instantánea respuesta
Él gimió con suavidad.

Tu: ¿Esto?
Tom: _____, yo...
Tu: ¿Y esto?

Le apartó la tela de la túnica y frotó el sujetador de pedrería contra su torso desnudo.

Tu: ¿Y esto?
Tom: Me vuelves loco, _____. Te he echado tanto de menos, que apenas podía pensar con cordura.

Ella apretó el cuerpo contra él.

Tu: Si no podías pensar con cordura, entonces quizá no recuerdes lo que me dijiste cuando hicimos el amor la última vez.
Tom: ¡Por supuesto que lo recuerdo!

_____ hizo acopio de valor y continuó.

Tu: Necesito saber si era algo que dijiste en el calor de la pasión o significaba más que eso.

Él la apretó con más fuerza.

Tom: Quieres todas las cartas sobre la mesa ¿verdad?
Tu: Sí.
Tom: Entonces, quítate ese maldito velo.

_____ se lo desabrochó al instante y lo tiró en la silla más cercana.
Tom bajó la mirada hacia ella y su expresión se estremeció al recorrer su cara. Entonces, se metió la mano dentro de la túnica y se sacó el colgante de perla.

Tom: Creo que ya es hora de que te vuelvas a poner esto.

A _____ se le aceleró el corazón ante el sentido de aquel gesto y tembló cuando Tom le abrochó el cierre de la cadena y la perla cayó entre sus senos.

Tom: De acuerdo. Pensaba ir más despacio, pero si lo quieres todo de golpe, allá va. Te quiero. Quizá siempre hubiera sabido que eras mi compañera a un nivel inconsciente, pero había muchas cosas que se interponían entre nosotros. Voy a casarme contigo algún día, _____, cuando estés preparada. Comprendo que puedes tardar un buen tiempo, pero...
Tu: Estoy preparada.
Tom: Estoy dispuesto a esperar hasta que hayas experimentado todo lo que...

Tom se detuvo asimilando en ese momento la respuesta de ella. La miró a los ojos como para cerciorarse y ella asintió.

Tom: ¡Oh, Dios! -su boca descendió sobre la de ella y la besó hasta que los dos se quedaron sin aliento-. ¿Estás segura? Quiero decir que acabas de empezar esta nueva vida y quizá quieras seguir soltera un par de años para...
Tu: ¿Para qué? No se me ocurre nada más excitante que vivir contigo como tu mujer. Creo que eso lo he sabido desde que tenía tres años. Te quiero, Tom, con desesperación, por completo y para siempre.

Su sonrisa se hizo más tierna.

Tom: ¿Me lo juras por la tumba de Tutankamón?
Tu: Desde luego. Y ahora déjame darte una información vital. El dormitorio está al otro lado de esa puerta a tu derecha. ¿Crees que podríamos entrar ahí y hacer el amor de forma loca y apasionada durante las próximas diez horas? Me siento muy abandonada.

Él sonrió y la alzó en brazos.

Tom: ¿Sólo diez horas?
Tu: Para empezar.

Tom la besó en los labios con suavidad.

Tom: ¿Tienes hielo? -murmuró.

CAP 71 (FINAL).-

Completamente saciado después de un plato de pollo y ensalada de patata, Tom se echó en la manta de campaña, cerró los ojos y suspiró de felicidad. Atrás había quedado Nueva York, el tráfico, los martillos neumáticos y los aeroplanos. Sólo el murmullo del río, el trino de los pájaros y el susurro de la brisa entre los árboles.
Había visitado muchos ríos y playas durante el año anterior, pero reconocería aquella arena caliente y el aroma a musgo de su rincón secreto con los ojos cerrados. La brisa lo envolvía como una caricia. ¡Cómo adoraba las noches de verano en Arizona!
Algo le picó en la nariz y se movió. Como el picor prosiguió, abrió un ojo.
_____ estaba inclinada sobre él con una pluma en la mano. Al inclinarse, la blusa se le abrió tentadora. Quitándole la pluma de las manos, la deslizó por dentro de su blusa antes de abarcarle los senos con las dos manos.

Tom: Ya parecen más llenos.
Tu: Será tu imaginación. Apenas estoy de tres meses.
Tom: Nunca olvidaré la cara de nuestros padres cuando se lo contamos.

Tom ya podía ver el deseo brillar en sus ojos mientras continuaba jugueteando con la pluma entre sus senos.

Tu: Creo que les hizo más felices lo del bebé que el que les contáramos que volvíamos para quedarnos a vivir aquí.
Tom: Yo también estoy muy contento con lo del bebé. ¿Algún arrepentimiento por haber dejado la gran ciudad?
Tu: Sólo que nunca lo hicimos en lo alto del Empire State.
Tom: Tendremos que volver para hacerlo entonces.

Ella sacudió la cabeza.

Tu: No, no hace falta. Hacer el amor contigo durante el resto de mi vida es toda la aventura que yo necesito.
Tom: ¿Lo dices en serio?
Tu: Absolutamente.
Tom: Entonces, quítate esa blusa -murmuró él.

La imagen de _____ desabrochándose los botones era una de las mejores alegrías de su vida.
Ella obedeció y tiró la prenda a un lado antes de mirarlo con gesto interrogante.

Tom: Sigue.

Su erección apretó contra los pantalones cuando se desabrochó el cierre delantero del sujetador. Al momento siguiente, sus senos quedaron a la vista con los pezones ya duros. Tom le pasó la pluma por ellos de todas formas adorando la expresión de deseo de sus ojos y la rendición de su suspiro.
Su voz se hizo más ronca.

Tom: Échate.

_____ se movió sobre él y Tom se llenó las manos con el peso de sus senos.
Mientras se abandonaba al festín, ella consiguió quitarse los pantalones cortos, abrirle el vaquero y liberar su miembro. Tom gimió de placer cuando ella se deslizó sobre su rígida virilidad. ¡Qué milagroso hacer el amor de aquella manera, sin barreras! Soltando sus senos, la hizo bajar la cabeza para un largo y satisfactorio beso.
_____ se apartó y lo miró a los ojos antes de empezar un lento ritmo sensual.

Tu: Te quiero, Tom.
Tom: Y yo también te quiero -sobre ellos, las hojas dejaban filtrara la luz del atardecer. El paraíso no podía ser mejor que aquello-. Te quiero más que a mi vida.

Tom estaba a punto del límite y, por la respiración laboriosa de _____, ella no estaba muy lejos tampoco.

Tu: Espera -dijo ella jadeante-. Acabo de acordarme.

A Tom no le funcionaba el cerebro.

Tom: ¿Acordarte de qué?
Tu: Espera un segundo.

_____ estiró la mano hacia la pequeña nevera al borde de la manta.
Tom cerró los ojos a punto del límite.

Tom: No sé si podré. No, _____, creo que no puedo aguantar...

Algo frío rozó una parte crítica de su anatomía y explotó en un torrente de sensaciones que lo hizo bramar y gritar de éxtasis desde lo más hondo de la garganta.
Por fin se quedó inmóvil, saciado y tembloroso, mientras que _____ derramaba un reguero de besos por su cara.

Tom: ¿Qué fue eso?

Ella contestó con picardía:

Tu: Hielo...


FIN...




HELLO PEQUEÑAS!!! BUENO ... ESTOS SON LOS ULTIMOS CAPITULOS ... ESPERO Y LES HAYA GUSTADO LA HISTORIA Y EL FINAL ... MUCHISIMAS GRACIAS A USTEDES POR HABERLA LEIDO Y COMENTADO ... LA SIGUIENTE NOVELA ... SE LLAMARA .... ENAMORADA DE UN CRIMINAL ... TIENE DOS TEMPORADAS ... ASI QUE DISFRUTENLA ... EN UNOS MOMENTOS LES AGREGO EL LINK ... ES EL EL MISMO BLOG ... PERO CON OTRO LINK .... Y AHI PARA QUE LA SIGAN :)) HASTA LUEGO Y QUE ESTEN BIEN ... ADIOS  Y GRACIAS

lunes, 11 de agosto de 2014

Capitulos 63º 64º 65º y 66º

CAP 63.-
Tom: Tienes razón. Pero no creo que pueda hacerlo. Toda su vida me ha hablado de dejar este pequeño pueblo detrás y experimentar la excitación de vivir en una gran ciudad. Siempre me culparía por no haber realizado su sueño.

Él lo sabía muy bien. A pesar de lo mucho que quería a sus padres, no conseguía borrar cierto resentimiento cuando pensaba en cómo lo habían atrapado en el rancho.

Rhino: Maldición. Tienes algo de razón - miró al suelo-. Odio esto. Si fueras otro tipo, lo pasaría de maravilla rompiéndote la cara.
Tom: Hazlo.
Tim: No podemos pegarte, Tom -intervino -. No, después de haber dicho que lo sientes y que te casarías con ella si supieras que saldría bien.
Dozer: Quizá saliera bien -intervino -. Quizá después de una temporada se olvidara de ese sueño de la gran ciudad. Es como el sofá que quería Cindy, pensaba que se moriría si no lo compraba, pero no podíamos permitirnoslo. Entonces, se quedó embarazada y se olvidó del maldito sofá.

La sonrisa de Tom fue triste.

Tom: Me gustaría que tuvieras razón, Dozer, pero he oído a _____ hablar de esto durante años. Ustedes tienen reconocimiento con su fútbol y ella se siente ensombrecida la mayor parte del tiempo.
Dozer: ¿Esa idea ha sido por nosotros?
Tom: De alguna manera sí. Como nadie de su familia había hecho una cosa remotamente parecida, eso le traería el respeto de los demás. Creo que necesita irse.
Dozer: No puedo creer que esté celosa de nosotros, cuando ella ha sido la más inteligente y ha sacado siempre sobresalientes.
Tom: Pero sacar un sobresaliente no hace que salga tu foto en los periódicos como cuando ganas un partido de fútbol. Ella está muy orgullosa de todos ustedes, pero quiere su granito de fama. Eso es todo.

Rhino se frotó la mandíbula.

Rhino: Pareces conocerla muy bien.

Hammer se aclaró la garganta.

Hammer: Un poco demasiado bien, si quieres mi opinión. ¿Por qué no le dijiste que no, Tom?
Tom: Debería haberlo hecho. Dios sabe que debería. Pero ella parecía tan resuelta a conseguirlo... Y estaba pensando en Donny Beauford.
Hammer: ¡Dios salve a América! -exclamó -. ¿Beauford?
Tim: Desde luego yo prefiero diez veces antes a Tom que a Beauford -comentó-. Mejor dicho, cien veces. Supongo que antes o después lo haría con alguien.
Rhino: Eso ya lo sabíamos -declaró - pero queríamos estar seguros de que fuera el tipo adecuado.
Tom: Yo me he estado preguntando algo -dijo con intriga-. ¿Cómo pensaban vigilarla cuando estuviera en Nueva York?

Rhino sonrió.

Rhino: Nos hemos hecho una fotografía especial que pensábamos regalarle de despedida. Hicimos que el fotógrafo se arrodillara y alzara la cámara, así que se nos ve enormes.
Dozer: Íbamos a pedirle que la colocara en la mesilla para que recordara a su familia -explicó-. Cualquier tipo que la viera podría pensárselo dos veces, sobre todo si le hacíamos alguna visita sorpresa de vez en cuando.

Tom sacudió la cabeza.

Tom: Sorprendente.
Rhino: Está claro que no tendríamos que habernos molestado tanto -meditó - Si miramos la parte positiva de este desastre, puede que Tom nos haya hecho un favor.

Hammer miró con furia a Tom.

Hammer: Eso no me lo creo.
Rhino: Piénsalo -prosiguió -. Ya sabes cómo es _____ cuando se lanza por algo o alguien. Como un pequeño buldog. Si está enamorada de Tom, no se interesará por ninguno de esos buitres de ciudad.

Tom pensó que era de lo mejor que había escuchado en toda la noche aunque no cambiara el hecho de que _____ fuera a irse y su vida quedaría vacía. Así que, si quería conservar la cordura, tendría que empezar a imaginarse la vida sin _____.

CAP 64.-
_____ sabía que las dos últimas semanas en Copperville serían duras, pero no había imaginado que tanto. Se moría de deseo por Tom, pero eso ya lo había esperado. Pero los momentos que no había esperado eran los peores, momentos en que su primer impulso era llamarlo para compartir alguna confidencia de su vida y se iba a marcar el teléfono sin darse cuenta. Entonces, la verdad la asaltaba. No importaba lo que hubieran prometido acerca de ser siempre amigos, su amistad estaba muerta.
Pero la más exquisita tortura todavía estaba pendiente: la fiesta de aniversario de sus padres junto con su despedida en el parque. Todo Copperville acudiría... y también Tom, por supuesto.
Para el día de la fiesta, _____ ya había empaquetado casi todas sus cosas y se había dado cuenta demasiado tarde de que el único vestido lo bastante festivo como para el acontecimiento que no había guardado era el de margaritas. Tom probablemente pensaría que se lo había puesto a propósito, y la única razón por la que seguía colgado era porque se había olvidado de meterlo en la bolsa que iba a dar a una asociación de caridad.
Llegó al parque temprano para ayudar a sus hermanos y cuñadas en los preparativos. Trabajaron sin descanso bajo el ardiente calor, hinchando globos, encendiendo las barbacoas y persiguiendo a los revoltosos niños. _____ dio las gracias por la frenética actividad que la ayudaba a apartar a Tom de sus pensamientos.
Pero el pulso se le aceleró en cuanto vio su furgoneta y a él bajar y empezar a descargar cajas de cerveza.

Rhino: Voy a ayudarle -anunció.
Joan: No empieces a probarlas hasta que hayamos terminado aquí -le advirtió su esposa.

_____ los miró de soslayo trabajar, gastarse bromas y reírse. Pronto, sus otros tres hermanos se reunieron con ellos y todos actuaban como amigos, así que empezó a tener esperanzas de que ya hubieran hecho las paces con Tom.

Cindy: ¡Eh, Dozer! -lo llamó -. Es hora de que Tim y tú empiecen a cocinar. La gente está empezando a llegar y la pareja homenajeada estará aquí en pocos minutos.
Dozer: Ya voy -gritó.

Deena siguió atando globos en la parra más cercana.

Deeena: Hammer -llamó a su esposo-. Necesito que vigiles a Jason y a Kimberly en los columpios.

Hammer se dirigió a los columpios.

Hammer: Jason, hijo. Déjale montar a Kimmy.

_____ intentó no fijarse en Tom mientras vaciaba hielo en un contenedor para poner los cuencos de las ensaladas. Nunca lo había usado para hacer el amor con Tom como había planeado, pero cada vez que lo veía se acordaba.

Dozer: Cindy, ¿en qué nevera metiste las hamburguesas y los perritos calientes?
Cindy: En la roja.

_____ vació la última bolsa de hielo en el contenedor.

Tu: Joan, esto ya está.
Tom: ¿Para qué es? -preguntó.

_____ lo miró y supo por el brillo de su mirada que había pretendido que la pregunta la alterara. Se sonrojó sin poder remediarlo.

Tu: Nosotros, eh...
Joan: Es para las ensaladas, para que no nos envenenemos con la mayonesa -respondió con rapidez.
Rhino: No sirve sólo para eso -dijo agarrando un trozo de hielo para meterlo por la espalda de su mujer.

Ella lanzó un grito y agarró un puñado de hielo antes de salir corriendo tras él por el parque.
Y así fue como Tom y _____ se quedaron solos. Tom agarró un trozo de hielo y lo miró.

Tom: Nunca llegamos a hacerlo.

_____ tenía la garganta tan seca, que no podía hablar. Sólo sacudió la cabeza.

Tom: Supongo que ya nunca lo haremos -dejó caer el hielo al suelo y se acercó más a ella-. ¿Qué tal estás?
Tu: Bien -se arriesgó a mirarlo a los ojos y apartó la vista de nuevo. Demasiado potentes-. ¿Y tú?
Tom: Bien. Pensé llamarte para ver cómo te iba pero no quería poner las cosas peor.
Tu: Sí, probablemente m
e hubiera sentido peor. Tom, ¿mis hermanos...?

CAP 65.-
Tom: ¿Que si me pegaron? No, aunque por una parte me hubiera gustado. Podría haber hecho que me sintiera mejor.

_____ miró enfrente. Joan y Rhino ya se estaban acercando, así que no tenían mucho tiempo. Bajó la voz al hablar.

Tu: Maldita sea, no pienso consentir que aceptes la culpa de todo esto. Fue idea mía y soy yo la que debería sentirme culpable, no tú.
Tom: Como te he dicho, podría haberte rechazado.
Tu: Tú sabías que iba buscar a quien fuera para hacerlo y tenías miedo de que acabara con gentuza.
Tom: Sí y también estaba ese vestido -_____ lo miró enfadada-. ¿Por qué te lo has puesto hoy, _____?
Tu: Porque había empaquetado todo lo demás.
Tom: ¿Y la perla?

El corazón le dolió tanto que apenas podía respirar.

Tu: Tom, yo...
Tom: Prométeme una cosa.
Tu: ¿Qué?
Tom: Que la llevarás puesta en Nueva York.
Joan: ¡Dios, no puedo dejar un instante a mi gente sin que la disciplina caiga por tierra! -exclamó Joan, que había llegado en ese momento.

Rhino miró con suspicacia a Tom.

Rhino: Vamos, Tom. Tengo un cargamento de hamacas en la furgoneta que quiero que me ayudes a instalar.
Tom: Claro.

Tom miró a _____, que estaba frotando la perla con una mano. La soltó y se dio la vuelta. Su petición la había confundido por completo. Sabía que llevar la perla sería un constante recuerdo de él que impediría que se fuera con nadie más.
Cuanto más lo pensaba, más se enfadaba. ¿Quién se creía que era, intentando atarla de esa manera cuando él no tenía ninguna intención de comprometerse?
Sus padres llegaron poco después. En cuanto la fiesta estuvo en pleno apogeo, _____ procuró hacerla especial para ellos sabiendo que en una semana ya no podría verlos ni hablar con ellos. Se preguntó de nuevo si no estaría cometiendo un grave error al irse, pero ya no podía cambiar las cosas y, además, necesitaba alejarse de Tom. Si se quedaba allí, se le rompería el corazón sin remedio.
Aunque dedicó toda su atención a la fiesta, no podía dejar de escuchar su voz, su risa, ser consciente de su mirada, de su presencia. Era como si un hilo invisible la atara a él.
Por fin, decidió que el colgante de perla era parte del problema. No podía llevarlo a Nueva York y mucho menos ponérselo. Tom debía saberlo.
Se disculpó con el pretexto de que necesitaba ir a los aseos del parque y, cuando se apartó de la multitud, se lo quitó con manos temblorosas. Una vez hecho, se sintió como si se hubiera enganchado el corazón en un alambre de púas.
Pero eso era lo que tenía que hacer. Encontró a Tom comiendo pastel y charlando con un par de rancheros vecinos.

Tu: Perdóname, Tom.
Tom: Claro -la miró con debilidad-. ¿Qué pasa?

Ella estiró la mano y le metió la perla en el bolsillo de la camisa.

Tu: ¿Puedes guardarme esto?

Entonces, conteniendo un sollozo, se dio la vuelta y se alejó de allí.

CAP 66.-

Tom quería tirar el colgante donde fuera. En los tortuosos días que siguieron desde la mañana de la partida de _____, había intentado hacerlo en la basura, en el río y por un precipicio, pero no lo había conseguido.
El día en que ella se había ido, había permanecido en un promontorio fuera del pueblo mirando cómo su coche desaparecía y, bastante después de perderse en la distancia, seguía allí con el colgante en la mano.
En las semanas que siguieron mantuvo la perla en un cajón de su habitación y había adquirido la costumbre de metérsela en el bolsillo de los vaqueros al empezar el día con la débil esperanza de que, después de un tiempo de vivir en la ciudad, ella se cansara y volviera a casa.
Mientras tanto, él realizaba su trabajo en el rancho como un robot. Cuando _____ había vivido en Copperville, le había gustado su trabajo, pero ahora la rutina diaria se le hacía insoportable sin ella. Era ella la que había hecho que su vida fuera interesante y ahora ella había cumplido su sueño y lo había dejado atrás.
En un caluroso día de finales de septiembre, estaba una tarde tirando piedras al río cuando llegó a una decisión vital. En cuanto sus padres murieran, vendería el rancho y se iría a recorrer el mundo. Eso no supliría la pérdida de _____, pero tendría que servir.
Entonces, toda la farsa le pareció estúpida. Aparentar que amaba un rancho que no conservaría en cuanto sus padres murieran era una injusticia para ellos. Sin embargo, contarles la verdad después de tantos años, no sería fácil. Pero tendría que hacerlo y acabar con aquella hipocresía.
Esperó hasta que acabaron de cenar. Apenas había sido capaz de probar el mejor asado de su madre, pero se obligó a tomar hasta el último bocado y mantener una conversación sobre antigüedades y sementales.
Desde que había entrado en el rancho esa tarde, lo había visto con unos ojos nuevos. Ahora que había decidido que aquel lugar no lo encadenaría, podía valorar las brillantes vigas y la chimenea de piedra, el pesado mobiliario de cuero alrededor de la chimenea y la mesa de caoba labrada del comedor.
No sería un mal sitio para vivir…, algún día y con la persona adecuada. Pero no podía esperar que sus padres lo mantuvieran sin él hasta que se asentara, ya que antes de que llegara ese día tenía muchas cosas que hacer.
Por fin, apartó su plato a un lado y los miró.

Tom: Tengo que hablar con ustedes. Es... bastante serio.
Simone: Por fin -exclamó su madre con un suspiro.

Tom la miró con sorpresa.

Tom: ¿Qué quieres decir?
Gordon: Tu madre ha estado muerta de preocupación por ti desde que se fue _____. Y yo también un poco, debo admitir. Has estado comportándote como un robot, como si hubieras perdido a tu mejor amigo, que supongo que es lo que ha pasado.

Tom sintió ardor en el cuello. Había estado tan absorto en sí mismo últimamente, que no se había dado cuenta de que su estado de ánimo había afectado a sus padres.

Tom: Siento haber estado insoportable.
Gordon: Lo has estado -admitió su padre.
Simone: No, no lo ha sido, Gordon –Simone dirigió a su marido una mirada de advertencia-. Ha estado un poco sombrío, eso es todo.
Gordon: Para mí es lo mismo -dijo su padre.
Tom: Estoy de acuerdo -aceptó -. Pero estoy a punto de serlo más -inspiró con fuerza-. Sé que los dos han trabajado mucho para levantar este rancho todos estos años.
Simone: Ha sido un trabajo por amor.

No se lo estaba poniendo fácil. Tom se aclaró la garganta.

Tom: Les agradezco lo que hayan hecho y sé que el objetivo era pasarme el rancho a mí algún día, pero...
Gordon: No lo quieres -terminó su padre por él.

Tom miró a su padre a los ojos y su resolución casi se derrumbó al ver la gran decepción en su mirada.

Tom: Podría -dijo con suavidad-, con el tiempo, cuando me haya quitado esta ansiedad por recorrer mundo. Esta noche, he empezado a comprender lo bonito que es, pero ahora mismo para mí es como un elefante sentado en mi pecho y ahogándome.
Simone: Quieres ir a Nueva York, ¿verdad? -preguntó su madre en voz baja.
Tom: Quizá.

Desde luego que quería. No se había permitido a sí mismo seguir aquel derrotero en sus planes, pero ahora que su madre había puesto la idea en palabras, supo inmediatamente que empezaría por Nueva York, aunque no sabía cómo se lo tomaría _____.

Gordon: ¿Y qué diablos harías en Nueva York?

El tono de su padre traicionaba la profundidad de su decepción.

Tom: No estoy seguro. Probablemente intentaría encontrar un trabajo en alguna pequeña compañía aérea o en algún aeropuerto. Ya sabes que me encantan los aeroplanos, papá. Siempre me han gustado.



HELLOO!!! MAÑANA TERMINA MUJERES ... PREPARADAS PARA EL FINAL?? ESPERO QUE SI ... BUENO USTEDES QUE OPINAN ... COMO VAN LOS PENULTIMOS CAPS?? YA SABEN DOS O MAS Y AGREGO SINO NO ...ADIOS

sábado, 9 de agosto de 2014

Capitulos 59º 60º 61º y 62º

CAP 59.-
Sólo había una cosa que Tom podría decir para aplacar a sus hermanos, y era que estaban comprometidos, pero no iba a hacerlo. Metiendo el traje de harén en un cajón, se pasó un cepillo por el pelo y salió descalza al pasillo.
Rhino sonaba furioso.

Rhino: ¿O sea que me estás diciendo tan tranquilo que te aprovechaste de la inocencia de nuestra hermana?

En absoluto, pensó _____ preguntándose qué habría dicho Tom.

Tom: Eso es exactamente lo que estoy diciendo -dijo con tono más bajo y controlado-. Y si no lo hubiera hecho yo, lo habría hecho cualquier bastardo de Nueva York. No podía ser virgen para siempre, maldita sea. La convencí de que debía prepararse antes de salir para la gran ciudad.
Hammer: ¡Que la convenciste? -gritó -. ¡La sedujiste, querrás decir! Esa pobre chica no tenía una sola oportunidad.

_____ entró apresurada en la habitación.

Tu: Sí que tenía una oportunidad. Yo...
Tom: _____ - se dio la vuelta hacia ella-. No puedes asumir la responsabilidad de esto. Yo me aproveché de tu falta de experiencia. Tan simple como eso.
Tu: ¡Desde luego que no! -comprendió que estaba intentando protegerla, pero no podía dejar que lo hiciera. Si quería una oportunidad de salvar la relación con sus hermanos, la verdad tenía que salir a la luz-. No sé lo que les ha contado, pero todo este proyecto de verano fue idea mía. Decidí en junio que quería perder la virginidad antes de irme a Nueva York.

Rhino y Hammer la miraron anonadados.

Rhino: ¿Pro... proyecto de verano?

Tom lanzó un bufido.

Tom: No la escuchéis. Ya conocen a _____. Siempre se inventa las historias más increíbles para protegerme. Lo está haciendo de nuevo.
Tu: ¡No lo estoy haciendo! Yo hice mi plan y le pedí a Tom que me buscara a alguien para llevarlo a cabo y se ofreció él mismo.
Rhino: ¡Ya me lo imagino! -Rhino avanzó hacia Tom-. ¿Y cómo se le ocurrió esa idea para empezar? A _____ nunca le han preocupado cosas como ésa, así que, ¿quién le metió esa idea en la cabeza, Casanova?
Tu: ¡Llevo pensando en cosas como ésa desde que tenía catorce años, Rhino! ¡Y no fue idea de Tom, fue mía!
Hammer: Puede que te haya hecho creer que la idea fue tuya -dijo Hammer uniéndose a su hermano con los puños apretados-. Siempre hemos sabido lo mujeriego que es. Simplemente no pensábamos que iría a nuestras espaldas a seducir a nuestra hermana pequeña, ¿verdad, Rhino?
Rhino: Exacto. Supongo que tendremos que salir fuera y arreglar esto, Tom.
Tu: iDe ninguna manera! -dijo _____ apoyando cada una de sus manos en el voluminoso pecho de sus hermanos.
Tom: Puedo cuidar de mí mismo, _____ -dijo encogiéndose de hombros-. No tienes que protegerme de tus hermanos.
Rhino: De todas formas, ella no puede detenernos -dijo empujando a _____ con suavidad.
Tu: ¡Claro que puedo! -_____ se metió entre los hombres de nuevo-. Si le tocan un solo pelo de la cabeza, le contaré a mamá y papá la vez que cruzaron la frontera, se emborracharon de tequila y pasaron la noche en una comisaría de México.
Hammer: No me importa. No es para tanto.
Tu: ¿Y la vez que encontré marihuana en tu habitación, Hammer? -preguntó ella con dulzura.
Tom: ¿Tenías hierba en tu habitación? -intervino asombrado-. Nunca me lo contaste. Dios a tu padre le habría dado un infarto.

Hammer se sonrojó.

Hammer: Sólo di unas caladas y me mareó.
Tu: Eso es lo que le contaré a nuestros padres -dijo _____-. Estoy segura de que lo entenderán. Aunque podrían preguntarse qué pasó con el resto de los cigarrillos de marihuana, ya que encontré seis.

Hammer se sonrojó aún más.

CAP 60.-
Hammer: Los vendí en el colegio.

Rhino se dio la vuelta hacia él con los ojos como platos.

Rhino: ¿Que traficaste con marihuana? ¡Me dijiste que los habías arrojado al retrete!
Tim: ¿Quién arrojó al retrete qué? -preguntó entrando en ese momento por la puerta-. ¡Y qué pasa con la partida de dardos? Suzie me dijo que habías llamado, así que fui a buscar a Dozer y, cuando llegamos al Ore Can, nos dijeron que estaban aquí.
Dozer: Sí - entró tras su hermano-. ¿Vamos a jugar o no?
Rhino: Parece que aquí ya ha estado jugando alguien -dijo mirando a Tom con furia-. Este amigo nuestro ha estado jugando a los médicos con nuestra hermana todo el verano.
Dozer: ¿Qué? - miró a _____ antes de mirar a Tom-. _____, ¿es eso verdad? ¿Te ha hecho este chico...?
Tu: Fue una decisión mutua, así que no vayas a...
Dozer: Ya está - empezó a cruzar la habitación-. Está perdido.
Rhino: Espera, Dozer - agarró a su hermano por el brazo-. No es tan simple.
Tu: Es muy simple -intervino _____-. Soy yo la única culpable aquí, no Tom. ¡Yo le pedí que lo hiciera!
Dozer: ¿Y él no sabía pronunciar la palabra no?
Tu: ¡Yo no quería que dijera que no! ¡Quería experimentar el sexo por fin!

Tim se puso rojo.

Tim: ¡Dios, _____! ¿Y para qué tenías que hacer eso? Tendrás mucho tiempo para hacerlo cuando estés casada.
Tu: ¿Ah, sí? -_____ alzó la barbilla y miró a sus cuatro hermanos-. Y supongo que ustedes esperaron todos a estar casados, ¿verdad?
Rhino: Eso es diferente. Nosotros somos chicos.

_____ los miró furiosa.

Tu: ¡Eh! ¿Sabe alguno de ustedes lo que significa el concepto derechos de la mujer? No puedo creer que estemos casi en el siglo veintiuno y que todavía hagan esas afirmaciones desfasadas. En caso de que no lo hayans notado, las mujeres no son ya unas florecillas indefensas.
Hammer: ¡Eh, ya sabemos todo ese discurso! Ahora hay mujeres trabajando en las minas y conduciendo grandes camiones.
Tim: Las mujeres están por todas partes. Pero, maldita sea, _____. Tú eres nuestra hermana. No queríamos que te hicieran daño. Muchos chicos sólo quieren acostarse con las chicas y no están por el matrimonio.
Rhino: Lo que me recuerda un punto muy crítico - entrecerro los ojos para mirar a Tom-. ¿Cuáles son tus planes ahora que te has pasado el verano jugando con una jovencita inocente?
Tom: ¡Tengo veintiséis años, Rhino!
Rhino: ¡Eso es ser muy joven! -gritó.
Tim: No tan joven -intervino -. Yo tengo veintisiete.
Rhino: Ya nos estamos saliendo del tema - volvió a mirar a Tom-. ¿Cuáles son tus intenciones, Tom?

_____ sintió una oleada de pánico. No quería escuchar a Tom balbucear. Era mucho mejor sospechar que no la quería como esposa que oírselo decir.

Tu: ¡No hay planes, chicos! Nada. ¿Qué han olvidado que me voy a Nueva York dentro de un par de semanas? No estoy en situación de comprometerme en este momento. De hecho, Tom y yo teníamos un acuerdo desde el principio, ¿verdad, Tom?

Si _____ esperaba que la hubiera mirado con alivio o gratitud, sintió una decepción.
Los ojos almendras que habían estado cargados de tanta pasión poco antes, ahora estaban vacíos de toda expresión.

Tom: Sí, lo hicimos.
Hammer: Eso le iría muy bien al Casanova, seguro -murmuró antes de mirar a _____-. Y todavía digo que tú lo estás defendiendo aunque la idea fue de él. Probablemente pensara que este plan era demasiado goloso como para dejarlo escapar. Una chica que se va del pueblo a finales del verano, ¿Perfecto, verdad gran Tom?

El encogimiento de hombros de Tom le rompió el corazón a _____. O sea que sólo pensaba en su historia como un romance de verano. Divertido mientras durara.

Tu: Bueno, eso fue lo bueno para mí también -se obligó a decir con la garganta seca-. No podía permitirme una relación que me comprometiera cuando estaba a punto de irme.

Rhino la miró con intensidad.

Rhino: No me lo creo, _____.

CAP 61.-
Ella se cuadró de hombros.

Tu: Me da igual que lo creas o no. Es la verdad.
Dozer: Déjame aclarar esto -intervino -. Por una parte, tenemos a un tipo que ha estado haciendo de Romeo por toda la comarca desde que tenía quince años y por otra a una chica que ha vivido como una monja hasta los veintiséis años. ¿Qué...?
Tu: ¡Yo no he vivido como una monja por gusto! ¡Ustedes han espantado a todos mis pretendientes!
Rhino: ¡Eran todos terribles! -aseguró.
Dozer: La historia aquí es que, considerando que ella no tenía ninguna experiencia en esto, ¿quién se supone que controlaba la situación?
Tom: ¡Yo la controlaba!
Dozer: Muy improbable - avanzó de nuevo hacia Tom-. Y me muero de ganas de dar un par de puñetazos.
Hammer: Me parece un buen plan -lo secundó.
Rhino: Podríamos acabar con esto de una vez! -intervino.

_____ empezó a desesperarse. No podía dejar que sus hermanos le pegaran al hombre que amaba. Bajó la voz para lanzar su ultimátum.

Tu: Si hacen eso, habrán acabado conmigo para siempre.

Todos se volvieron con expresión de incredulidad.

Tu: Lo digo en serio. Ningún hermano mío va a colgar a un hombre inocente. Y Tom es inocente.
Dozer: ¡Ja! -exclamó.

Rhino se frotó la mandíbula y la miró.

Rhino: ¿Significa tanto él para ti, _____?

Atrapada. No había respuesta salvo la verdad. Lágrimas de frustración le empañaron los ojos.

Tu: ¡Sí, maldita sea!

Rhino asintió.

Rhino: Entonces quizá deberías quedarte en casa y casarte con él en vez de irte a Nueva York.

«Pero él no quiere», se moría ella por decir. Pero en vez de hacerlo, se tragó el nudo que tenía en la garganta y mintió:

Tu: El hecho de que alguien te importe y no quieras que le hagan daño no quiere decir que estés dispuesta a abandonar tu sueño.

Rhino la estudió un poco más.

Rhino: Bueno, supongo que eso lo deja todo aclarado. No podemos pegarle a Tom y hacer llorar a nuestra hermana, ¿verdad?
Tu: No pienso llorar. Simplemente no volvería a hablarles en la vida.

Tim frunció el ceño y se acercó a apoyar una mano sobre su hombro.

Tim: Pues pareces a punto de librar.

_____ lo miró con los ojos empañados.

Tu: Pues no lo haré.
Hammer: Tenemos otra cosa en qué pensar -dijo Hammer-. ¿Va a salir esta información de esta habitación?
Rhino: No - clavó la mirada en cada uno de sus hermanos con mirada intensa-. Nadie va a contar nada. Ni siquiera a nuestras mujeres, ¿entendido?

Todo el mundo asintió.
_____ los miró con el pecho oprimido. Quería que aquella escena acabara de una vez.

Tu: ¿No tienen una partida de dardos pendiente?

Hubo un momento de silencio. Por fin, Rhino lo rompió.

Rhino: Supongo que sí. Vamos, Tom.
Tom: Creo que pasaré, gracias.
Hammer: ¡Y un cuerno que vas a pasar! - lo agarró del brazo.
Dozer: No pensarás que vamos a dejarte aquí, ¿verdad? -intervino agarrándolo del otro.
Rhino: Lo dejaré más claro. A menos que _____ cambie de idea y decida casarse contigo, no quiero verte por esta casa de nuevo. Puede que nos hayas engañado todo el verano, pero los hermanos Lambert están de vuelta a su trabajo. Ahora vamos a jugar a los dardos.

_____ contempló con pesadumbre cómo escoltaban a Tom fuera de la casa.

Tu: Lo que he dicho lo he dicho en serio -dijo _____ cuando Dozer le pidió las llaves a Tom para conducir su furgoneta-. Si le ponen una mano encima y lo averiguo, lo pagaran.
Rhino: No le haremos daño, _____ -prometió antes de subir a su furgoneta-. Simplemente, no le dejaremos poner los pies en tu casa de nuevo.

CAP 62.-

Tom hubiera deseado que los hermanos Lambert hubieran empezado a vapulearlo en cuanto
desaparecieron de la vista de _____. Una bonita pelea hubiera sido mejor a lo que estaba pasando en el Ore Cart.
Se sentía abotargado, lo que era otra razón para preferir sentir algo, al menos saber que estaba vivo. Pero no la empezaría él. Debería sentir un profundo dolor por haber perdido a _____, pero el dolor no había empezado todavía.

Hammer: Te toca –dijo, que acababa de arrancar los dardos del tablero y se los pasó con las puntas hacia afuera.

Tom los tomó y miró a Hammer con estoicismo cuando una de las puntas se le clavó en la palma.

Hammer: ¡Ah! ¿Te clavé el dardo? Lo siento.
Tom: No te preocupes.
Dozer: Vigila donde pone los pies. Un tipo como él podría pasarse la raya para sacar ventaja.
Rhino: No dejo de vigilarlo.

Tom apretó la mandíbula y tiró los dardos. Sentía que los hermanos lo estaban probando, intentando que se desplomara, si los retaba empezando una pelea o abandonando el bar, habría perdido su amistad para siempre. Si se quedaba y aguantaba, con el tiempo lo perdonarían.
Por desgracia estaba empezando a ganar la partida. Tirar dardos le estaba sentando de maravilla, aunque hubiera preferido estar en un campo de fútbol.
A propósito, desafinó la puntería en el lanzamiento

Dozer: ¡Eh, playboy! -exclamó -. Estás perdiendo la concentración.
Rhino: No me extraña -se mofó - El chico tiene muchas cosas en la cabeza. No me extraña que lleve todo el verano perdiendo al póquer.
Tim: Todavía no puedo creerlo -esa vez fue Tim, que de todos los hermanos parecía más dolido que enfadado- No puedo creer que jugaras todos los miércoles con nosotros como si tal cosa.
Hammer: Te hace perder la confianza en los amigos, ¿verdad?

Esa vez fue Hammer el que soltó la pulla.
Tom tiró su último dardo en medio de la diana y se dio la vuelta para enfrentarse a los hermanos. Al mirarlos, le asaltó la pena. Nada volvería a ser lo mismo.

Tom: Lo siento -dijo con suavidad.

Ellos le devolvieron la mirada en silencio hasta que habló Tim.

Tim: ¿Te habrías casado con ella si no fuera a irse a Nueva York?

Tom no vio nada malo en decir ya la verdad.

Tom: Sí.

Rhino lanzó un bufido de impaciencia.

Rhino: Y entonces, ¿por qué diablos no haces que se quede?
Tom: No creo que pueda.
Rhino: Podrías -dijo -. Ella puede aparentar que es una de esas mujeres que se divierten con lo primero que encuentran y después se olvidan, pero no lo es. Siempre pensamos que se enamoraría hasta el alma del primer chico con el que hiciera el amor, porque no es del tipo de las que se toman el sexo con ligereza, por mucho que ella diga. Esa es la principal razón por la que la hemos estado protegiendo todo el tiempo. Podría quedar destrozada si cayera con el tipo equivocado.
Tom: Quizá yo sea el tipo equivocado.

Hammer apuró su jarra de cerveza y la posó en la barra con un fuerte golpe.

Hammer: Quizá. No creas que me vuelve loco tener a un mentiroso hijo de perra por cuñado.
Tim: No, él no nos ha mentido exactamente -lo defendió Tim.
Rhino: No, se trata más de traicionar la confianza de los amigos. Eso no es bueno, pero te digo que es probable que _____ haya perdido el corazón por ti. Creo que debes convencerla de que se quede en casa y se case contigo, Tom. Es la única solución -aseguró.

Tom consideró la idea y, por un instante, la esperanza brilló en su corazón. Sabía que _____ lo amaba. Si siquiera le hubiera dado una sola indicación de que realmente no quería ir a Nueva York... Pero no lo había hecho.
Dio un largo sorbo.



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viernes, 8 de agosto de 2014

Capitulos 55º 56º 57º y 58º

CAP 55.-
Pero Tom tampoco se lo había pedido. Nunca le había dado ninguna señal de que pensara en ella en aquellos términos. No actuaba como si estuviera preparado para asentarse y formar una familia. Entonces, le acarició la cadera.

Tom: ¿En qué estás pensando?

_____ decidió una verdad a medias.

Tu: Que es una pena que me vaya a Nueva York a finales de agosto.

El la apretó más.

Tom: ¿Porque esto es divertido, quieres decir?
Tu: Sí.

Más que divertido; se había unido a él con alma y cuerpo, pero no se atrevía a decírselo.

Tu: Sí, es divertido, pero casi es mejor que tengamos un límite de tiempo. No podríamos mantener el secreto si durara mucho más.
Tom: Cierto.

Quizá él estuviera contento con aquel secreto para poder mantener la amistad intacta con sus hermanos. La única forma en que consentirían que _____ y Tom tuvieran relaciones sexuales sería si estuvieran casados, y no parecía que Tom quisiera el matrimonio de momento.

Tom: ¿Lista para bañarnos desnudos?

_____ se dio la vuelta hacia él.

Tu: ¿Seguro?

Tom le dio un rápido beso.

Tom: Claro. Estamos calientes y pegajosos y nos sentará bien. Además, es parte de tu educación.
Tu: Tom, no creo que podamos hacer el amor en medio del río.
Tom: ¿Por qué no? ¿Porque no viene en tu libro?
Tu: Porque no tendremos ningún bolsillo donde guardar un preservativo.
Tom: Vamos, no es la única forma. Verás lo que pasa cuando estés desnuda hasta la altura de los muslos. Ya improvisaremos.

Le había despertado la sensualidad de tal manera que la convenció con facilidad de que aceptara al río como amante. Manteniéndola sujeta, sumando sus propias caricias a las del río, dejó que la corriente la acariciara de forma íntima llevándola a un crescendo de sensaciones. En el momento del alivio, _____ no pudo decir si era el agua burbujeante o las manos de Tom lo que la había llevado al límite. La excitación la asaltó. Aquello era otra de las cosas que le encantaban de Tom. Cada vez que ella sugería algo nuevo, él usaba también su imaginación para sorprenderla.
Y eso fue lo que hicieron, improvisar aunque chapotearon, se salpicaron y rieron hasta que él la tuvo en la posición deseada. Entonces, Tom la tomó en brazos antes de que terminaran los estertores de placer y le hizo el amor de nuevo en la manta con los cuerpos todavía mojados. _____ nunca había sentido una libertad tan triunfal. Se sentía ligera, sutil y capaz de todo. Se retorcieron en la manta y alternaron las diferentes posiciones para conseguir el placer más increíble.
_____ estaba segura de que Tom estaba disfrutando. Sus murmullos así se lo indicaban y, cuando su tono se hizo ronco, supo que estaba al borde del límite. Cuando por fin él se rindió a la pasión, lo abrazó con fuerza y absorbió los fuertes temblores de su cuerno. No podía imaginarse vivir sin aquello, vivir sin él. Quizá si lo amara lo suficientemente bien durante el resto del verano, Tom comprendería que tampoco podía vivir sin ella.
El verano pasó con demasiada rapidez para el gusto de _____. Por cada forma creativa de hacer el amor que a ella se le ocurría, Tom aparecía con una propia. _____ sugirió pasar un día en Phoenix donde nadie los conocía y se pasaron el día entero en la cama de un motel. La siguiente vez, Tom la llevó en la avioneta a Flagstaff, donde siguieron el arroyo de una montaña e hicieron el amor en un campo lleno de margaritas bajo el brillante cielo azul.
Las intensas horas que pasaba con Tom parecían pintadas de brillantes colores mientras que el resto de sus actividades rutinarias se le hacía gris. Ni siquiera los planes de la fiesta de sus padres le parecían muy reales porque no podía contarles a sus seres queridos lo más importante y significativo que le había pasado ese verano, que se había enamorado perdidamente de Tom.
Y deseaba contárselo al mundo entero. Sobre todo se moría por confiar en su madre y poder hablar de Tom delante de sus cuñadas como ellas hablaban de sus maridos.
Tom parecía tan involucrado con ella como ella con él, pero ni una palabra de compromiso había salido de su boca. Durante los ardientes días estivales compartieron todo, menos un futuro. Y aunque compartir el secreto con Tom le había parecido esencial al principio, ahora estaba harta. Pero a menos que él aceptara, no podía contárselo a nadie. Y eso le dolía en el alma.

CAP 56.-
Hacia la primera semana de agosto, Tom había llegado a la dolorosa conclusión de que debía romper con _____. Debería haber acabado su relación mucho antes, de hecho. Era evidente que él era bueno para la cama, pero no lo bastante bueno como para que _____ considerara cambiar sus planes profesionales ni para que el mundo supiera su relación. Había intentado ver si su decisión de irse vacilaba, pero no había notado ninguna señal.
Mientras se dirigía a su casa para otra noche de pasión, maldijo para sus adentros. Si no podía considerar el sexo con ella como un rápido revolcón en el heno para olvidarse en cuanto se hubiera ido, sería mejor cortar cuanto antes.
De hecho, eso sería lo que haría. Y esa misma noche. No haría el amor con ella a pesar de lo que le costara. Su cordura estaba en juego.
Entraría en su casa y le diría que aquella actividad le estaba robando demasiado tiempo y tenía que ponerse al día con los papeles del rancho, lo que en parte era cierto.
Llegó al único semáforo del pueblo cuando se puso rojo y, a pesar del ser el único coche en llegar al cruce, se detuvo. Mientras esperaba por el verde, un claxon pitó tras él.
Al mirar por el retrovisor vio a Rhino con Hammer. Tom alzó la mano para saludarlos y Rhino salió de la furgoneta y se acercó a la ventanilla de Tom.

Tom: ¿Qué tal? -saludó al bajar el cristal.
Rhino: Joan y Deena se han ido al cine y a Hammer y a mí nos apetecía echar una partida de dardos. ¿Qué dices?

Tom vaciló sólo un segundo. Si tenía algún sitio al que ir le costaría menos cortar con _____.

Tom: De acuerdo, pero tengo que pasar por casa de _____ unos minutos, así que estaré allí en una media hora.
Rhino: Estupendo. Ya lo tienes en verde.

Tom arrancó y pensó que el destino debía haber llegado en forma de Rhino y Hammer. Si acababa con _____ esa noche, sus hermanos nunca descubrirían las actividades que habían tenido lugar delante de sus narices. Y ella también necesitaría un tiempo para recuperarse antes de ir a Nueva York. Podía no darse cuenta todavía, pero también lo pasaría mal intentando olvidar lo que habían compartido ese verano.
Durante el resto del camino hasta casa de _____, se repitió todas las razones para terminar su aventura. Todas eran buenas razones y, sin embargo, se sentía como si le hubieran tirado una carga de cobre sobre el pecho. Saber que nunca volvería a hacer el amor con _____ le resultaba insoportable. Tenía que ser fuerte.

CAP 57.-
Una música exótica con una pulsante percusión llegaba desde la habitación de _____ y Tom se excitó al instante pensando en lo que le tendría preparado. Pero, fuera lo que fuera, resistiría. Aunque tal y como era _____ no iba a ser fácil.
Ahora que lo pensaba, la aventura sexual le pegaba a la perfección. Cuando eran pequeños también lo había tentado con ideas excitantes. La lancha que habían construido y en la cual casi se habían ahogado, la expedición para cazar caballos salvajes, el viaje para explorar una caverna… todo habían sido ideas de ella. Dios, no sería fácil salir de allí y olvidar la excitación de amarla, pero a largo plazo tendría que aprender a vivir sin la suave boca de _____, su calor, su húmedo cuerpo, su...
Se quedó en el umbral de la puerta y sintió debilitarse su resolución.
_____ estaba bailando. Y no era precisamente una danza ordinaria. Llevaba pantalones transparentes que se ajustaban a sus caderas, un sujetador de brocado con monedas prendidas, un ancho brazalete de color oro en el antebrazo y un velo cubriéndole la nariz y la boca. Era la viva imagen de una princesa de harén completa con unos diminutos cimbales metidos por los dedos. Mantenía el compás con ellos mientras giraba las caderas con el ritmo más seductor que Tom había visto en su vida.

Tu: ¡Sorpresa! -su sonrisa era apenas visible tras el velo-. Llevo semanas practicando -siguió bailando mientras le incitaba a sentarse en la silla que había colocado en una esquina-. Y ahora voy a bailar hasta que te vuelva loco. Disfrútalo.

El ligero velo producía el efecto más increíble, resaltando la sensual mirada de sus ojos y haciéndole desear con locura su boca simplemente porque no la podía ver muy bien.
Pero no podía besarla. Tenía algo que decir aunque no podía hacer el anuncio en el acto. Después de todo, ella había estado practicando aquel baile durante semanas para sorprenderlo. Al menos, le debía la cortesía de contemplarlo.
Y además, no podía apartar los ojos de los movimientos rotatorios de sus caderas. Se preguntó lo que sentiría si... No, no pensaba hacerle el amor esa noche, así que se iría en cuanto terminara la danza.
Se desplomó en la silla e intentó aparentar un leve aburrimiento mientras ella danzaba a su alrededor con movimientos cada vez más rápidos.Tom  tragó saliva. Entonces, _____ empezó a añadir una nueva dimensión al baile con un suave balanceo de sus senos, que hacía bailar todas las monedas. Tom se humedeció los labios resecos.
_____ se acercó más rozándolo con la cadera al bailar. Su vientre aumentó de velocidad y entonces se inclinó hacia adelante sacudiendo los senos tan cerca de su cara que hasta pudo ver las pequeñas gotas de sudor y la perla que llevaba allí todo el verano.

Tu: Desabróchate los vaqueros -susurró ella.

Tom la miró a los ojos. Aquello no estaba saliendo como lo había planeado.

Tom: No, _____. Yo...
Tu: Hazlo -susurró ella con más urgencia bailando alrededor de él con aquel enloquecedor ritmo erótico de las caderas-. Te deseo, Tom y sé que tú también me deseas.
Tom: Pero...
Tu: Ahora.

Sin dejar de bailar, se sacó los cimbales y se metió la mano en la banda ancha de los pantalones para sacar un envoltorio que había guardado antes. Se ondulo más hacia él y le metió el preservativo en el bolsillo de la camisa.
Tom estaba perdido. La excitación que sentía era tan grande, que le hacía hasta daño. No podría salir en ese momento de aquella habitación aunque su vida dependiera de ello. Tanteó con dedos torpes los botones de la bragueta con el corazón desbocado ante la fascinante agitación de sus senos y la rotación de sus caderas. Se sacó el preservativo del bolsillo de la camisa y casi se le cayó al suelo cuando ella le metió las manos entre las piernas y de alguna manera, desabrochó los pantalones sin perder el ritmo.

Tu: ¿Estás impresionado? -preguntó con suavidad.
Tom: ¡No lo dudes!

Y temblado de necesidad consiguió ponerse el preservativo mientras ella bailaba más cerca con las monedas flotando ante el tembloroso ritmo de sus senos.

Tu: Tú quédate completamente quieto. Voy a hacértelo yo todo.

Por muy increíbles que fueran los movimientos de su cuerpo, él estaba totalmente cautivado por sus ojos y no podía apartar la vista de ellos.
Sin perder el compás de la música con las caderas, _____ apoyo las dos manos en sus hombros y montó a horcajadas en la silla. Entonces empezó a descender lentamente con un movimiento tan sensual que le hizo gemir de placer. Y mientras usaba todos los sensuales movimientos aprendidos para hacerle el amor de forma increíble, Tom no podía apartar la mirada de sus ojos ardientes buscando la profunda emoción que lo asaltaba siempre que estaban juntos de aquella manera.
Y la encontró. Mientras su ritmo aumentaba, sus ojos le dijeron que sí, que sentía lo mismo que él y que su corazón estaba tan atrapado como el de él.

Tom: Te quiero.

Por primera vez en su vida aquellas palabras significaron algo especial, algo tan real que casi podía tocarlo.
Los ojos de _____ eran una pura brasa.

Tu: Te quiero -murmuró ella también.

Lo asaltó una alegría tan intensa que cerró los ojos por miedo a soltar lágrimas de alivio. _____ lo amaba y todo saldría bien. Mientras sus movimientos se hacían más desinhibidos y su grito de alivio llenaba la habitación, él se abandonó a un clímax en que dejó el alma.

CAP 58.-
Se quedaron pegados unos minutos con la cara de _____ sobre el hombro de Tom. Él le frotaba la espalda con suavidad sin saber qué decir. Deseaba que las primeras palabras salieran de ella, escuchar que ya no iría a Nueva York.

Rhino: ¡Eh, gran Tom! ¿Dónde te has metido, compañero? -les llegó la inconfundible voz desde el salón.

_____ saltó del regazo de Tom y corrió hasta la puerta para pegarse a ella con los ojos muy abiertos.


Tu:  ¡Oh, Dios!

Tom la miró. Se había olvidado por completo de que había quedado con Rhino y Flammer en el Ore Cart.

Rhino: ¡Eh, Tom! -gritó de nuevo esta vez ya desde el pasillo-. ¿Qué es lo que pasa?

Tom se puso en acción levantándose de la silla.

Tom: Bueno... Salgo en un minuto. Cierra -le murmuró a _____.
Rhino: ¿Por qué no puedes salir ahora?

La voz de Rhino sonó sospechosa. Cuando oyó el pestillo, Tom se dirigió al cuarto de baño.

Tom: Sólo dame un minuto, ¿de acuerdo?
Rhino: ¿Qué pasa? -la voz de Rhino sonaba ya enfadada-. ¿Está _____ contigo?
Tu: Sí, estoy aquí, Rhino. Ve al salón. Enseguida iremos.

Tom terminó con rapidez en el cuarto de baño.

Tom: ¡Dios, lo siento, _____!
Tu: No es culpa tuya.

_____ ya se había quitado el sujetador de brocado y se había puesto uno simple.

Tom: Sí es culpa mía. Me encontré con ellos cuando venía para acá y quedé en jugar una partida de dardos.

Ella se dio la vuelta mientras se abrochaba el cierre delantero.

Tu: ¿Y por qué? No pensabas quedarte, ¿verdad?
Tom: No.

_____ se puso pálida.

Tu: Ibas a romper, ¿verdad?
Tom: Bueno, sí iba a hacerlo, pero...
Tu: No hace falta que me expliques más -le tembló la voz y se apartó de él.
Tom: ¡_____, maldita sea. Yo...
Tu: ¡Vete! ¡Lo digo en serio, Tom!

Tom sintió un nudo en la boca del estómago.

Tom: ¿Qué quieres que les diga?
Tu: Podrías empezar por la verdad. Ya no podemos inventarnos una historia a estas alturas. Nos han pillado, Tom. No hay forma de que podamos salir de esto.
Tom: ¡Si la hay, maldita sea! Podríamos decir que estamos enamorados.

_____ se puso una camiseta.

Tu: Gracias por la idea, pero preferiría que no lo hicieras.

O sea que le acaba de decir que lo amaba pero no quería que nadie más lo supiera. Y por la forma en que estaba actuando, estaba seguro de que se iría.
Sin decir una palabra más, Tom salió de la habitación para enfrentarse con sus inquisidores.
Había estado a punto de romper con ella. _____ contuvo las lágrimas mientras se vestía. Sí, podía amarla, como había dicho en un momento de pasión. Probablemente, se lo habría dicho a otras muchas mujeres mientras le daban placer sexual, pero sin deseos de casarse con ninguna de ellas. Ella era sólo otra de sus conquistas.




CHICAS!!! HOLAAAA!!! VOLVI :))) QUE LES PARECIERON LOS CAPS ... POBRE _____ NO? ELLA CREE QUE TOM NO LA AMA CUANDO ES VERDAD, EL LA AMA Y MUCHOOOOO!!!! POBRECILLA ... Y TOM QUIERE QUE NO SE VAYA :(( QUE PASARA AHORA?? COMO CREEN QUE LOS HERMANOS DE LA ____ REACCIONARAN?? COMENTEN 2 O MAS Y AGREGO ... HASTA PRONTO :))