jueves, 31 de julio de 2014

Capitulos 47º 48º 49º y 50º

CAP 47.-
Tu: No querría perder tu amistad.
Tom: No la perderás.
Tu: ¿Me lo prometes?

Él sonrió.

Tom: Por la tumba de Tutankamón.

_____ inspiró con intensidad.

Tu: Entonces supongo que me gustaría ampliar mi proyecto de verano y adquirir.., mas experiencia.

La sonrisa de Tom se desvaneció.

Tom: De acuerdo. Entonces eso es lo que haremos -dijo mientras empezaba a ponerse la ropa.
Tu: Espera. Pensaba que íbamos a...
Tom: Si esta experiencia hubiera sido el final de la carretera, probablemente me quedaría toda la noche amándote, pero si tenemos todo el verano no debemos arriesgarnos.

_____ lo deseaba tanto, que estaba temblando, pero se mordió la lengua para no suplicarle que se quedara.

Tu: ¿Cuándo... vas a estar libre otra vez?

Tom se acercó al borde de la cama y se sentó con la camisa abierta.

Tom: ¿Estás intentando fingir que no me deseas tanto como para no poder pensar con claridad?
Tu: Yo...
Tom: Porque es así como te deseo yo. No quiero irme esta noche, pero los dos sabemos que tengo que hacerlo y cuando antes, menos nos costará. Deseo verte mañana por la noche y la noche siguiente y si por mí fuera me pasaría el verano aquí, en tu habitación.
Tu: ¿De verdad?
Tom: No se me ocurre nada más dulce. Pero tendremos que tener cuidado o la gente sospechará. Tenemos que esperar un poco antes de vernos de nuevo.

_____ gimió de frustración.

Tu: Entonces, ¿qué te parece el martes por la noche?
Tom: Demasiado pronto. Y el miércoles es la sesión de póquer. Esto va a ser una prueba dura ahora que lo pienso.
Tu: Tom, me estás torturando.
Tom: No más de lo que me estoy torturando a mi mismo. Escucha, el jueves por la noche habrá luna llena. Vamos a dar un paseo hasta el río.

A _____ se le desbocó el pulso.

Tu: ¿Se supone que debo llevar el vestido suelto sin nada debajo?

Él sonrió.

Tom: Buena memoria.
Tu: ¡Como si pudiera olvidarme de ese sueño tuyo!
Tom: Bueno, no te pediré tanto. Además, no tienes el pelo largo.
Tu: Podría ponerme una peluca.

La sonrisa de él se ensanchó.

Tom: Me gusta tu pelo como está. Pero podrías ponerte lo menos posible sin que se te note. Y no te preocupes por mancharte. Llevaré una manta y dos toallas.
Tu: ¿Toallas?
Tom: ¿Nunca te has bañado desnuda a la luz la luna?
Tu: ¿Estás loco? Con lo brutos que son mis hermanos... ¿Y tú lo has hecho?
Tom: Un par de veces.
Tu: ¿Con una chica?
Tom: Quizá.

CAP 48.-
_____ se sintió loca de celos, pero no quería que él lo supiera y apartó la mirada.

Tu: Ya sé que es una ingenuidad creer que no. ¿Las llevaste... a nuestro rincón secreto?

Él la asió por la barbilla y la obligó a mirar

Tom: ¿Crees sinceramente que llevaría a nadie a nuestro rincón secreto? Es un insulto que pienses una cosa así.
Tu: ¡Oh, Tom! -no pudo ocultar la sonrisa de felicidad-. Gracias. Hubiera odiado que hubieras llevado a alguien allí, desnudo o vestido, con sexo o sin sexo.
Tom: Ya lo sé. Por eso no lo he hecho nunca. Pero quiero hacer el amor contigo allí, en la arena. Y quizá en el agua.

_____ se humedeció al imaginarlo.

Tu: No sé si podré esperar hasta el jueves por la noche.
Tom: Yo tampoco. Pero no lo quiero estropear todo. Mientras tanto...

Se inclinó y la besó con fiera posesión en la boca.

Tom: Ve al corral a las siete y media el jueves por la noche -murmuró contra sus labios.
Tu: Lo haré.

Tom se levantó a pesar de su intento por retenerlo y miró a su alrededor.

Tom: Supongo que tendrás que cambiar esto por si aparece alguien de tu familia.
Tu: Supongo que sí, pero lo instalaré otra vez si quieres.
Tom: ¡Oh, claro que quiero! Tenemos un asunto pendiente en esta habitación, algo relacionado con pañuelos de seda y guantes de piel.

_____ se estaba volviendo loca de deseo.

Tu: Tom, si condujeras la furgoneta hasta el bar y volvieras, quizá...
Tom: No -agarró el pomo de la puerta antes de ceder a la debilidad-. Es mejor que me vaya. Tampoco quiero que nadie sepa que dejé la furgoneta toda la noche al lado del bar. Y puede que me vea alguien abandonar tu casa al amanecer. Si de verdad queremos mantener esto en secreto todo el verano, será mejor que tengamos cuidado.

Ella suspiró.

Tu: Supongo que tienes razón.
Tom: ¿No la tengo siempre?
Tu: ¡No, no la tienes, hombre arrogante!

Se rió y le lanzó un cojín, que él atrapó con una sola mano.

Tom: Has perdido puntería, Lambert. Debes estar desentrenada. ¿Cuándo ha sido la última vez que has lanzado una pelota de béisbol?
Tu: No lo sé. ¿Quieres que practiquemos el jueves por la noche en vez de ir al rió?
Tom: ¡No!
Tu: Entonces sal de aquí. Tengo más que leer.

El comentario produjo el efecto deseado e hizo que a Tom se le inflamaran los ojos de deseo.

Tom: De verdad que sabes cómo enganchar a un hombre.
Tu: Te prometo contarte todo lo que lea.

Tom esbozó una sonrisa.

Tom: Ah, de paso, enhorabuena por tu nuevo estado.
Tu: Gracias. Creo que va a gustarme.
Tom: Yo sé que a mí sí. Este es con diferencia el mejor proyecto de verano de toda tu vida.

Con un guiño desapareció en el recibidor.
_____ escuchó hasta que oyó cerrarse la puerta principal. Entonces, se levantó, se puso una bata y se acercó al recibidor. Quizá cambiara de idea y volviera con tanta necesidad de amarla como ella tenía de él. Pero el ruido del motor se fue alejando al mismo tiempo que sus faros se desvanecieron por el camino.
Apenas podía soportar que se hubiera ido. La había llevado de la inocencia al conocimiento y ahora le deseaba tanto, que era como una obsesión. Quizá hubiera sentido lo mismo por cualquier hombre que la hubiera desflorado, pero lo dudaba.
Por una parte, ningún otro hombre la hubiera conocido lo suficiente como para hacer que aquella experiencia fuera tan cegadora.
Ningún otro hombre hubiera tenido la ternura y cariño que Tom había mostrado en cada paso del camino. Y ella no se podía imaginar a otro hombre más bello en el acto de hacer el amor.
Y mientras estaba allí de pie escuchando se desvanecía por fin el sonido del motor descubrió la debilidad fatal de su plan. Si no podía soportar que se fuera después de pasar una noche haciendo el amor con él, ¿en qué estado quedaría cuando el verano llegara su fin?

CAP 49.-
_____ estaba buscando cualquier distracción para pasar el tiempo hasta el jueves por la noche. Cuando la mujer de Hammer, Deena, la llamó el martes por la mañana para sugerirle ir con todos los niños a la piscina, se apuntó encantada.
Deena, una morena pecosa que había sido una de las mejores amigas de _____ en secundaria, trabajaba de maestra. Tenía los veranos libres, situación que pensaba mantener hasta que sus hijos, Jason, de cinco años y Kimberly, de cuatro, fueran algo mayores. Joan llevó a Sarah y a Joe y Cindy encontró a una sustituta para que le cambiara el turno en la tienda de recambios donde trabajaba. La única que no pudo organizarlo fue la recién casada Suzie.

Deena: ¿Y sabéis que es la que está mejor en traje baño? -comentó cuando las mujeres instalaron en una esquina del área de césped con las mecedoras y una nevera con sándwiches y zumos.
Joan: Bueno, no sé si Suzie ganaría la competición en traje de baño, pero _____ está impresionante con ese traje de baño rojo.

_____ se miró a sí misma un poco avergonzada.

Tu: ¡Pero si soy la misma de siempre!
Deena: Quizá -dijo Deena mientras le ponía crema a Jason-. Pero tienes un aspecto estupendo. ¿Estás haciendo ejercicio?
Tu: No.

_____ sólo esperaba no estar sonrojándose. Seguramente no podía notársele el haber dejado de ser virgen. Por dentro, se sentía una mujer diferente, pero debía estar exactamente igual. Tom tampoco podía hacer milagros.

Cindy: Tienen razón -apoyó -. Tienes como un cierto brillo -se rió-. La gente dice que les pasa a las embarazadas y yo sigo esperándolo. Lo único que yo me siento es más gorda.
Tu: Creo que son sólo imaginaciones vuestras -dijo _____ deseando cambiar de tema-. ¡Vamos, niños! ¿Quién está listo para bañarse?

Un coro de gritos la contestó.
_____ había ayudado a todos a aprender a nadar y al mirarlos ahora con las caritas sonrientes sintió una punzada de pesar. Crecerían tan aprisa mientras ella estuviera fuera... Debía recordar y atesorar días como aquél en vez de considerarlos un tiempo muerto mientras esperaba a Tom.

Tu: ¡El último es un huevo podrido! -gritó antes de lanzarse al agua.

Al cabo de tres horas, las mujeres decidieron que el final perfecto sería ir a tomar un helado al Creaithy Cone. _____ se puso los pantalones cortos y las sandalias, se pasó los dedos por el pelo y decidió no ponerse camiseta. En verano, la mayoría de los clientes del Creamy Cone iban vestidos así.

Kimberly: Llévame, tía _____ -dijo al llegar.

_____ la ayudó a bajar de la furgoneta de Joan y se la apoyó en la cadera.

Joe: ¡Eh, mira! -gritó el hijo de Joan de seis años-. ¡Es tío Tom!

Tío Tom. Por supuesto, los niños siempre lo habían considerado de la familia, pero ese día, después de oírse llamar tía _____ durante horas, le pareció que sonaba diferente. Tía _____ y tío Tom.
La idea la sacudió con fuerza. No podía tener aquella fantasía, aunque fuera inconsciente. Y si era así, tendría que olvidarla en el acto. Tom sólo la estaba ayudando a solucionar un problema y, aunque lo estuvieran pasando muy bien en el proceso, no creía que a él se le hubiera ocurrido una relación de aquel tipo con ella o ya se lo habría dicho antes. No, definitivamente, Tom no podía tener sueños de felices para siempre con ella, pensó al verlo bajar de la furgoneta.

Sarah: ¡Eh, tío Tom! -lo llamó mientras se lanzaba a la carrera hacia el aparcamiento.
Joan: ¡Sarah! -gritó al ver un coche entrar con rapidez sin haber visto a la niña.

Pero Sarah ya estaba a un cuerpo por delante de su madre.
Sin soltar a Kimberly, _____ se lanzó a correr también aunque sabía que ni ella ni Joan llegarían a tiempo
En el último minuto, cuando _____ estaba demasiado horrorizada hasta para fritar, Tom se interpuso en el camino del coche, agarró a la niña y la apartó.
El conductor, un adolescente, apretó los frenos y saltó del coche.

Conductor: ¡Oh, Dios mío! No la había visto.

Tom apretó a la sollozante Sarah en sus brazos. Tenía la respiración jadeante.

Tom: Eso me pareció -miró a la niña-. ¿Estás bien, cariño?

La voz de la niña salió ahogada contra su camisa.

Sarah: Creo... que si...
Joan: iSarah! -Joan llegó hasta ellos y pasó un brazo por los hombros de su hija-. ¿Te has hecho daño? ¿Te duele algo?
Sarah: No... no.

La niña estaba al borde de las lágrimas.
Joan suspiró de alivio justo cuando Cindy y Deena llegaron a su lado y la abrazaron. Todo el mundo empezó a hablar a la vez mientras que Joan inspiraba para calmarse y recuperar el color…

CAP 50.-

Por fin, Joan alzó la mano para pedir silencio.

Joan: Bájala por favor, Tom. Sarah y yo vamos a ir hasta ese árbol a tener una pequeña conversación acerca de salir corriendo en los aparcamientos.
Joe: Yo no corro -anunció
Jason: Yo tampoco -coreó 
Kimberly: Ni yo -gritó desde los brazos de _____.
Tom: Y eso es lo que tienen que seguir haciendo -dijo Tom mirándolos con cariño.

El adolescente se acercó a Joan.

Conductor: Lo siento, señora Lambert. No debería haber venido conduciendo tan aprisa. Me han regalado el coche hoy y quería enseñárselo a mis amigos. No sé lo que habría hecho si le hubiera pasado algo a la niña. Joan agarró a su hija de la mano.

Joan: Por suerte no ha pasado nada. Te llamas Eddie, ¿verdad?
Eddie: Sí, señora. Eddie Dunnett.
Joan: Bueno, has tenido suerte, Eddie. Por suerte, todos hemos aprendido algo sin haber sufrido una tragedia. Sarah no debería haber salido corriendo sin mirar y tú deberías recordar lo peligrosos que pueden ser los aparcamientos, sobre todo éste en verano.
Eddie: Sí señora -Eddie miró a Tom-. Gracias, señor Kaulitz. Muchas gracias.
Tom: Me alegro de que todavía me queden algunos reflejos. Bueno, ¿estamos todos listos para tomar un helado? Yo invito.
Deena: En ese caso me tomaré el de banana split gigante –dijo con una sonrisa-. Iba a pedir el pequeño, pero si invita el caballero...
Tom: De acuerdo, pero pienso contarle a Liam que te has aprovechado de mí.

Deena lanzó una carcajada.

Deena: Has tenido suerte de que no esté aquí él, porque hubiera pedido el Terremoto.
Tom: Si hubiera estado él, no habría invitado.
Joan: Sarah y yo iremos enseguida. Joe, vete tú con los demás para poder hablar con Sarah en privado.
Cindy: Vamos, Joe -dijo estirando la mano.

A _____ siempre le había gustado la forma en que los miembros de su familia aceptaban la responsabilidad de todos los niños, no sólo de los propios. Un nieto de los Lambert tenía una buena cantidad de modelos adultos, y todos bastante buenos.

Tu: Vamos, pequeña -dijo ajustándose a Kimberly contra la cadera-. Me apetece uno de vainilla con gotas de chocolate.
Tom: Ése es mi favorito -dijo acercándose a su lado para inclinarse y revolverle los rizos dorados a la niña-. ¿Cómo está Kimmy hoy?
Kimberly: ¡Tío Tom! Me estás despeinando.
Tom: Pero si ya tienes el pelo despeinado de la piscina.

La niña se rió.

Kimberly: Sí.

_____ se preguntó si Tom habría notado que le había rozado un seno al tocar a la niña y, de repente, le dio vergüenza llevar el pelo despeinado y los pantalones arrugados. Hasta unos días atrás, nunca se había preocupado de su aspecto delante de Tom. Ahora hubiera deseado al menos haberse peinado.

Tu: Todos estamos un poco despeinados hoy.
Tom: Está bien -dijo acercándose a pellizcar a Kimmy en la nariz-. Me gusta que mis chicas estén despeinadas.

Esa vez, sí estuvo segura de que él también había notado que la había rozado. Tom mantuvo abierta la puerta abierta para ella y su aroma masculino se le subió a la cabeza. Tom llevaba puesta una camiseta y vaqueros y estaba más sexy de lo que cualquier hombre tenía derecho a estar. _____ hizo un esfuerzo por que sus cuñadas no notaran su reacción a él.

Tu: ¿O sea que te has tomado un descanso y te has escabullido del rancho para tomar un helado? ¡Vaya trabajo serio debes tener, Kaulitz!



HOLA!!! OTRO MAS ... ESPERO Y LES GUSTE ... HASTA PRONTO :))

viernes, 25 de julio de 2014

Capitulos 43º 44º 45º y 46º

CAP 43.-
Tom: Más o menos.
Tu: A mí tampoco me gustaría eso.
Tom: Gracias -le apretó los senos disfrutando de su suavidad antes de frotarle los pezones hasta convertirlos en duras crestas oscuras-. Tendré cuidado.
Tu: Ya lo sé -cerró los ojos y se arqueó bajo su caricia-. ¡Oh, Tom! Podría hacerme adicta a tus caricias.

Él se detuvo sin saber qué decir.

Tom: Tenemos todo el verano.

_____ abrió los ojos despacio y la excitación brilló en lo más profundo de ellos.

Tu: ¿Nos atreveremos a arriesgarnos? ¿A hacer el amor durante todo el verano?

Por supuesto que él se arriesgaría, pero no quería presionarla a algo de lo que después pudiera arrepentirse.

Tom: Eso depende de ti. Es tu proyecto. Dijiste que lo único que necesitabas era que te desfloraran.
Tu: Eso era cuando creía que... sería con otra persona. Hum. ¡Qué gusto, Tom!

Él le frotó el otro pezón entre el pulgar y el índice.

Tom: Cuanto más hagamos el amor más posibilidades habrá de que alguien nos descubra.
Tu: Huff... Sí -_____ cerró los ojos de nuevo y se humedeció los labios con la lengua-. Deberíamos pensarlo.
Tom: Pues piénsalo -dijo inclinándose para meterse un pezón en la boca.

Ella suspiró y se arqueó hacia arriba animándole a que tomara más.

Tu: ¡Claro! Mientras me vuelves loca.

Tom hizo todo lo posible por conseguir exactamente eso mientras se introducía su pecho aún más en la boca antes de volver al otro seno.

Tom: No tienes por qué decidirlo ahora -murmuró contra su piel mientras deslizaba la mano hacia el triángulo entre sus piernas.
Tu: Eso está bien -inspiró con fuerza cuando él introdujo los dedos entre sus rizos hasta llegar al punto más sensible- Y eso mejor.

Acariciarla ahora tenía un nuevo significado, porque ahora, por fin, sabría lo que era sentirse dentro de ella. La sangre le ardió mientras la acariciaba preparándola para la dulce invasión. Y él sería el primero. Que Dios le ayudara, estaba invadido de júbilo ante la idea.
_____ sintió el cambio en las caricias de Tom, como si la promesa de la plenitud le diera una nueva urgencia. Y aunque intentó parecer natural ante lo que iba a suceder, se sentía como una canoa zarandeada en los rápidos hacia la cascada. Si otro que no hubiera sido Tom la estuviera tocando así, se habría levantado de la cama en el acto.
Pero era Tom el que estaba allí, haciéndola desear la firme intrusión de su cuerpo en lo más profundo de ella. Quizá le doliera. Ya no le importaba siempre que por fin la poseyera y la llenara en formas que no había soñado hasta aquel momento.
Tom alzó la cabeza con gesto interrogante mientras deslizaba un dedo dentro de ella.
Era la penetración por la que se moría de ganas, pero no suficiente. Sintió una repentina timidez que le hizo cerrar los ojos antes de pedir lo que deseaba.

Tu: Más -susurró.

Tom introdujo entonces dos dedos sin dejar de darle suaves besos en la boca.

Tom: Dime cómo lo sientes.
Tu: Diferente -contuvo el aliento cuando él introdujo más los dedos-. De maravilla -dijo con un suspiro tembloroso-. Tom, me estás volviendo loca por dentro. Desflórame ya, por favor.

CAP 44.-
Su beso fue suave mientras se deslizaba entre sus muslos y apoyaba los dos brazos a ambos lados de su cabeza. Temblando de excitación, _____ enroscó los dos brazos alrededor de su cuello y notó que él también estaba temblando.

Tom: _____ -susurró él-. Abre los ojos.

Ella lo miró asombrada de la ternura que encontró en su mirada. Hubiera creído que un hombre en su situación parecería mucho más fiero.

Tu: ¿Qué?
Tom: Voy a ir despacio. No tienes que apretar la mandíbula de esa manera. Y mantén los ojos abiertos. Si me miras, podré decirte lo que estoy haciendo.
Tu: ¿Cómo puedes estar... tan calmado?
Tom: Créeme, no estoy calmado, sólo tengo cuidado
Tu: ¡Oh, Tom! Gracias por estar aquí.

_____ notó el destello de deseo incontrolado en sus ojos antes de quedar absorta por completo en la sensación cuando la penetró. Notó su calor y tamaño. Él se retiró y volvió a entrar y ella gimió de placer ante aquella fricción que no se parecía a nada que hubiera conocido.

Tom: ¿_____?
Tu: Ha sido un gemido de felicidad -murmuró mirándolo a los ojos

Tom tenía la respiración jadeante, pero mantuvo los movimientos lentos.

Tom: Voy a penetrar un poco más.
Tu: Sí.

Todo lo demás, comprendió _____, por muy delicioso que hubiera sido, iba encaminado sólo a aquello, a la última conexión. Nada en el mundo le había parecido tan perfecto como abrir su cuerpo a aquel hombre y ser llenada por él.
Tom se deslizó aún más adentro y encontró resistencia. Se detuvo al instante y la miró a los ojos.

Tom: Ahí está.

_____ tenía el corazón desbocado. Un movimiento y su vida habría cambiado para siempre. Ya no sería virgen y conocería la maravilla de estar unida íntimamente a otra persona. Y no a una persona cualquiera, sino a Tom. Un movimiento más y ella sería una con él en todo el sentido de la palabra.
_____ deslizó las manos hacia sus nalgas y se las apretó con firmeza.

Tu: Vamos por ello.

Mientras él empujaba con suavidad al principio, ella se alzó para recibirlo, resuelta a compartir aquel momento. El agudo dolor la hizo lanzar un grito.

Tom: ¡Maldición! -exclamó deteniéndose en el acto.
Tu: Está bien -tembló contra él-. Ya se me está pasando. No te retires. Ya se ha pasado. Ámame. Ámame como un hombre ama a una mujer.

Con un bramido, Tom embistió hasta dentro y la fiereza que ella había esperado ver antes brilló en sus ojos cuando la miró.
Mientras ella le devolvía la mirada, una fiera intensidad ardía dentro de su cuerpo. Había esperado estar desnudos los dos esa noche, pero no había adivinado que la despojara de la esencia misma de su alma y ella a él. Lo miró a los ojos y comprendió que los dos estaban viendo profundidades que nunca había imaginado. Y su mundo se trastocó porque supo que la conexión que estaban haciendo no duraría sólo esa noche, ni siquiera el verano, porque duraría para siempre.

CAP 45.-
«Perfecto», pensó Tom. Él nunca había estado con nadie con quien se hubiera sentido tan cercano como con _____ en aquel momento. Le pareció que todas sus vidas habían estado encaminadas a aquel momento. Unidos de espíritu desde que eran niños, por fin habían creado la última unión y sintió que siempre habían estado destinados a ello.
Pensando en ella, se movió con cuidado, pero sintiendo la perfección que encarnaban juntos.

Tom: ¿Estás bien? -murmuró
Tu: Muy... muy bien.

Los ojos le brillaron
Tom se retiró y avanzó de nuevo. Sí. Y otra vez más.

Tom: Oh. _____!
Tu: Tom... Tom.

El asombro en sus ojos y la riqueza con que pronunció su nombre era todo lo que necesitaba saber. _____ estaba con él. Tom deslizó una mano tras sus nalgas y la mantuvo firme mientras transmitía un ritmo más apremiante. Ella lo siguió con rapidez, acompasándose a sus embestidas. Su trasero era suave y al notar la flexión de sus músculos bajo su palma supo que ella había empezado a participar para volverlo loco.
Muy loco. Pronto. Tom cambió el ángulo para rozarle los senos con su torso y apretar el botón sensible entre sus muslos para que llegara con él.
La respiración de ella se hizo jadeante y supo que había encontrado el punto y que debía aguantar todavía un poco. Esa primera vez quería darle el regalo de saber lo bueno que podía ser, las alturas que podría escalar con él dentro de ella.
Los ojos de ella se abrieron y la respiración se desbocó. Aquella respuesta aceleró la de Tom. Nunca hubiera creído que hacer el amor podría ser así. El cuerpo de _____ se arqueó para recibir sus embates apretándose alrededor de él. Cuando en los ojos de ella vio que se acercaba el momento, Tom lanzó una carcajada exultante.

Tom: ¡Sí! -gritó.
Tu: ¡Oh, Tom! -se arqueó contra él-, Estoy......
Tom: Sí -bramó él con voz ronca de deseo-. Ahora eres una mujer.

«Mi mujer», pensó.
Con una embestida final consiguió que el paraíso lloviera sobre ellos.

_____ permaneció tendida en las almohadas al lado de Tom con la bandeja sobre un cojín mientras picaban los aperitivos que había preparado. Tom estaba comiendo con apetito, pero ella había perdido interés por la comida.
Miró a Tom por centésima vez con una sonrisa.

Tu: Lo hemos hecho muy bien, ¿verdad?

Él se quedó con el melocotón a medio camino de la boca y la miró.

Tom: Sí. Tú también pareces muy contenta contigo misma.
Tu: Lo estoy -agarró un racimo de uvas negras y se metió una en la boca-. Estoy orgullosa de nosotros. Creo que hemos sido fantásticos. Mucho mejor de lo que hubiera esperado.

Después de tragar un trozo de melocotón, Tom hizo un gesto a su alrededor.

Tom: No lo sé. Mirando todo esto, yo diría que esperabas mucho.
Tu: Los libros dicen que el hombre es un animal visual y yo intentaba asegurarme que te excitaras a conciencia. Quizá si me hubieras visto con unos pantalones conos y una camiseta no lo hubiera conseguido.

Tom lanzó una carcajada tan fuerte que casi se atragantó.

Tom: _____, ya tenía una erección de camino aquí sólo con pensar en lo que íbamos a hacer.
Tu: ¿Sí? -ella sonrió-. ¿Así que lo del teléfono funcionó?
Tom: ¡Sabía que lo habías hecho a propósito!
Tu: Por supuesto. Igual que hiciste tú lo de los guantes.
Tom: Y tú me dejaste aquel mensaje insinuante en el contestador. Casi se me caen las maletas cuando oí lo del hielo delante de mi madre.
Tu: Bueno, no quería que perdieras el interés.
Tom: No creo que hubiera podido.
Tu: En serio, Tom. Según lo que he leído, las mujeres mantienen con más facilidad los sentimientos de pasión en la distancia mientras que los hombres son más de: "ojos que no ven, corazón que no siente". No quería que perdieras el interés.

CAP 46.-

Tom: Para tu información, no había posibilidad de que lo perdiera. No necesitaba aquella conversación telefónica o la insinuación del hielo para estar excitado.
Tu: ¡Oh! ¡Se me olvidó lo del hielo! Pensaba hacerte algunas cosas especiales con ese truco, pero estaba tan excitada que se me olvidó.
Tom: Lo tomaré como un cumplido.

El corazón le latió un poco más fuerte al recordar la gloria de su unión con él y sus almas fundidas.

Tu: Es un cumplido. Sólo podía pensar en lo que estaba pasando entre nosotros -lo miró a los ojos y el ardor le invadió las partes secretas de nuevo-. Supongo que no necesitábamos el hielo
Tom: No, sólo nos necesitábamos el uno a otro.

Incluso ahora, _____ apenas podía creer que él la hubiera deseado de verdad.

Tu: Esto es tan nuevo... ¿O sea que te has sentido excitado de verdad por mí, la chica a la que conoces de toda la vida?
Tom: Uh, uh.
Tu: ¡Uau!
Tom: De hecho, me estoy excitando otra vez.

Y también ella, aunque no quería reconocerlo.

Tu: Pensé que los hombres tardaban un poco en recuperarse.
Tom: Ya ha pasado un poco.
Tu: No mucho. Según dicen los expertos, un hombre necesita cierta estimulación antes de empezar otro episodio.

Tom lanzó una carcajada.

Tom: Esas lecturas te pueden traer problemas. Acepta mi palabra. Yo conseguiría hacerlo otra vez. Y quizá varias. Me gustaría quedarme aquí y hacerte el amor toda la noche, pero no sé cómo explicaría que mi furgoneta estuviera aparcada frente a tu casa hasta el amanecer -_____ miró el reloj y lanzó un suspiro de pesar-. Y además, necesito que contestes antes a mi pregunta.
Tu: ¿Qué pregunta?

Tom la miró con intensidad.

Tom: Bueno, ya no eres virgen.
Tu: No. ¿Y qué?
Tom: Que tu proyecto de verano ya está cumplido ¿no es cierto?

A _____ se le contrajo el estómago con repentina ansiedad.

Tu: ¿Quieres decir que podríamos parar aquí y... nunca más hacer el amor?
Tom: Eso es lo que quiero decir. Necesito saber si esto es el final o no.
Tu: ¿Que es lo que tú quieres?

El esbozó una lenta sonrisa e hizo un gesto en dirección a su miembro.

Tom: Creo que eso es evidente.
Tu: Estoy hablando de los riesgos a largo plazo.

Pero mientras lo decía, se preguntó si ella misma entendía aquel término. Hasta el momento se había preocupado por sus familias y los cotilleos del pueblo, pero después de lo de anoche se sentía unida a Tom de una forma diferente y, sin embargo, tendría que romper aquel lazo al final del verano. Y cuanto más hicieran el amor, más difícil sería romperlo.

Tom: Yo estoy deseando correr los riesgos a largo plazo -anunció despacio.
Tu: ¿Y seguiríamos... siendo amigos?
Tom: Siempre seremos amigos.

Tom estaba magnifico allí de pie, pensó _____. Ninguna mujer en su sano juicio rechazaría a un macho como aquel.




HOLA!!! BUENO ... POR FIN YA LO HICIERON :D ---- LO QUE TANTO ESPERABAN USTEDES, BUENO QUE CREEN Q PASE DE AHOR EN ADELANTE? CREEN QUE SEGUIRAN CON SUS QUEVERES O TERMINARA AHI?? ESO LO SABRAN EN LOS PROXIMOS CAPS ... BUENO SIN MAS QUE DECIR ME DESPIDO, QUE ESTEN BIEN Y YA SABEN 2 O MAS COMENTARIOS Y AGREGO SINO NO ... ADIOS :))

lunes, 21 de julio de 2014

Capitulos 39 40 41 y 42

CAP 39.-
_____ intentó aparentar una calma total reclinada contra los cojines esperando a que Tom se desnudara, pero por dentro estaba ardiente de anticipación. Él no tenía ni idea del cuerpo tan precioso que tenía.
Llevaba una camisa de manga larga vaquera incluso aunque era verano. La mayoría de los vaqueros usaban camisas de manga larga para no arañarse con las ramas. Si hacía demasiado calor, se enrollaban las mangas, pero esa noche Tom llevaba los puños abrochados.
Lentamente, se los desabrochó ejecutando los movimientos habituales con tentador cuidado. A _____ se le aceleró el corazón. Realmente iba a hacer aquello por ella.
Dio un sorbo a su vino cuando tiró del primer corchete de la camisa sin apartar la mirada de ella para seguir uno a uno hacia abajo. Cada chasquido de un corchete era como la llama de un fósforo. _____ ansiaba que llegara el siguiente, ver cada sección nueva de piel a la vista.
Tom se sacó la camisa con languidez de los pantalones y la dejó colgando abierta. _____ esperó a que se la quitara, pero como para torturada, se acercó despacio a una silla y se sentó. Se quitó una de las botas lentamente y después la otra, seguida de los calcetines.

«Se está desnudando porque va a hacerme el amor». La idea la envolvió como una caricia humedeciéndola de necesidad.

Él se levantó y se acercó a ella entonces.

Tom: He pensado que este juego se puede jugar entre dos.
Tu: ¿De verdad? -susurró ella con voz sensual.
Tom: Hiciste un buen trabajo por teléfono. Si te desabrochas ahora el sujetador para mí, podré verte.

_____ se estremeció. La oscuridad la había protegido durante su primer encuentro y la distancia y el teléfono en el segundo. Deseaba ser descarada y atrevida esa vez, experimentar las maravillas que sólo había leído. Y Tom le estaba pidiendo que lo hiciera.
Siguiendo sus pasos, apuró el resto del vino y posó la copa al lado de la de él.

Tom: Y hazlo despacio -murmuró él.

Con el corazón desbocado, se recostó contra las almohadas y extendió los dedos sobre el cierre de las dos copas de satén. Entonces esperó hasta que él se quitó la camisa y pudo admirar por fin su escultural torso.
Estaba magnífico. No le extrañaba que le hubiera gustado tanto pelear con él de adolescentes. Pero ahora deseaba más.
Tom se levantó con las manos en las caderas y enarcó las cejas indicando que le tocaba a ella.
____ presionó el cierre y cuando cedió, lo sujetó mientras se deslizaba un tirante por el hombro. Después le siguió el otro con la misma lentitud. Lenta, muy lentamente, dejó que la prenda se abriera dejando sólo la perla y las margaritas. La cadena de flores se quedó enganchada en un pezón haciendo que se endureciera. El instinto le hizo frotarse el otro con las margaritas para erizarlo también.
La mirada de Tom se ensombreció y contuvo el aliento.
_____ se detuvo y dirigió la mirada a la hebilla de su cinturón.
Sin apartar la vista de sus senos, Tom abrió la hebilla y sacó despacio el cinturón de las trabillas.

Tom: Ahora, tócatelos -susurró.

El corazón se le aceleró un poco más. Deslizando las manos por la caja torácica, _____ sujetó el peso de sus senos y los alzó como ofreciéndoselos. Entonces deslizó los pulgares hacia los pezones y empezó a acariciarse.

Tom: ¡Oh, _____!

A Tom le temblaron las manos cuando se desabrochó los vaqueros.
El efecto de sus pulgares deslizándose por sus pezones mientras él la miraba fue increíble. La sensación descendió hasta el vértice de sus piernas, donde la palpitación exigía satisfacción. Ahora que _____ sabía lo que significaba la plenitud, la deseaba de nuevo.
Tom se quitó los pantalones y los calzoncillos de una sola vez sin medir ya sus movimientos.
La imagen de su cuerpo excitado le hizo lanzar un gemido a _____. Su deseo tenía una forma ahora y sentía una vaciedad por dentro que él podría llenar. Más que alivio necesitaba que la llenara.
Tom se acercó al borde de la cama.

Tom: Dijiste que ibas a darme de comer.
Tu: Sí -tenía la respiración agitada-. Lo que tú quieras.
Tom: Me gusta oír eso -dijo con voz ronca apoyando la rodilla en la sábana de satén-. Ya veo lo que quiero.

Con delicadeza, le quitó la mano de un seno y la remplazó por la suya.
Ante la caricia recordada, el corazón se le desbordó por completo.

CAP 40.-
Tu: ¿Hay algo que... pueda hacer?
Tom: Arquea la espalda.

Ella lo hizo alzando los senos.
Tom utilizó los dientes para apartar la margaritas. Cuando se metió un pezón en la boca, ella lanzó un gemido al comprender que estaba a punto del clímax. No le hacía falta mucho más. Parecía que esa vez, la fantasía que habían creado en aquella habitación la había convertido en una mujer salvaje. Esperaba que Tom estuviera preparado para aquello.
Durante tres días, Tom había estado soñando con el cuerpo de _____. Saborear y acariciar sus senos, besar y chupar hasta saciarse, era un paraíso. Cuando la respiración de ella empezó a acelerarse, aligeró la caricia para no llevarla al límite demasiado pronto. Y además, sabía dónde quería estar cuando ella llegara al clímax.

Tom: Eres tan preciosa -murmuró.
Tu: Tú también.

_____ deslizó los dedos por su torso, frotándole los pezones hasta que se le pusieron tan duros como el resto del cuerpo. Entonces, bajó la mano.

Tom: Todavía no.

Tom se apartó sabiendo que no podría tolerar sus manos sobre él hasta recuperar un poco el control. Jugueteó con la cadena de margaritas sobre sus senos, teñida de rosa por las luces rojas. El polen se derramó sobre sus senos y él lo lamió. Entonces tomó la perla entre sus dientes; sin dejar de acariciarle los senos, se metió la perla en la boca y jugueteó con ella en la lengua de forma sugerente, la alzó en la boca y la depositó, húmeda y brillante en el valle entre sus senos.

Tom: ¿Sabes lo que quiero ahora? -susurró contra su piel.
Tu: Creo... que sí.
Tom: ¿Estás preparada, para eso?

La respiración se le agitó más a _____.

Tu: Si lo estás tú...
Tom: Quiero devorarte. Entera.
Tu: Pero... puede que me vuelva loca.
Tom: Eso es lo que pretendo.

Con el corazón desbocado, Tom empezó su viaje besándole la suave piel hasta llegar a su ombligo. El aroma a colonia se mezcló con el embriagador aroma de su excitación y el de las flores aplastadas cuando enterró la lengua en la suave depresión. _____ gimió y se retorció bajo él.
Tom descendió más abajo. La seda de sus medias y los tacones altos lo excitaron más de lo que hubiera admitido y decidió no quitarle todavía nada. El trozo mojado de tela que cubría el objeto de su deseo fue apartado con facilidad. ¡Estaba tan bonita! Y tan saturada de deseo.
La tocó con suavidad con un dedo y ella gimió. Mantuvo la caricia sutil mientras le daba besos como plumas en la parte interior del muslo y deslizaba la lengua por el encaje de su media. El deseo lo asaltó mientras le dedicaba la misma atención al otro muslo, subiendo aún más, acercándose más a su objetivo.
Por fin, la besó en los rizos oscuros y ella gimió. Cuando por fin deslizó la lengua por la delicada perla allí albergada que esperaba por él _____ gritó y se retorció. De repente impaciente por la fina tira de encaje que le negaba el acceso total, la agarró con los dedos y la arrancó con los dientes. Por fin.
Deslizando los hombros entre sus muslos vestidos de seda, buscó su recompensa. El sabor de ella le hizo gemir de delicia. Mientras sus femeninos gritos de placer llenaban la habitación, Tom se sumergió en la sensualidad de sus medias, sus sandalias, las sábanas de satén, la música erótica y, sobre todo, en la apasionada mujer que se estaba abriendo entre sus brazos.
El clímax le llegó con rapidez, demasiado rápido para él. _____ alzó las caderas y él tomó todo lo que le ofreció hasta que ella se desplomó, temblando y gimiendo, y él se preparó para hacer una exploración más paciente. Ella intentó apartarse de sus manos, pero estaba débil del alivio. Tom la sujeto con facilidad y siguió el camino elegido. Al cabo de poco tiempo su ligera resistencia se desvaneció con un gesto de deseo que casi lo llevó al límite.

CAP 41.-
Y él estudió su cuerpo, aprendió la caricia que la hacía gemir, el lametón que la llevaba más lejos, el frotamiento que la volvía loca. Mientras la llevaba al precipicio por segunda vez, sintió una fiera oleada de posesión. Los pensamientos racionales se borraron cuando consiguió extraer de ella aquellos íntimos jadeos mientras se iba oleada a oleada en explosivas convulsiones.
Tom la devolvió con suavidad a la tierra entre tiernos besos sobre los muslos y los rizos mojados antes de incorporarse a su altura y apartarle el pelo de la cara.
_____ lo miró con los ojos negros nublados de asombro. Tenía los labios entreabiertos, pero no emitía ningún sonido.
Tom sonrió. Estaba igual que él la noche de la furgoneta y le gratificó haber creado aquella expresión en su cara. Deslizó un dedo por la curva de su cuello y su caja torácica hasta encontrar la perla. La alzó, se la llevó a los labios y la besó antes de depositarla de nuevo entre sus senos.
La mirada de _____ se nubló mientras se pasaba la lengua por los labios. Tom se alegró de ver retornar el deseo a aquellas profundidades negras, porque él estaba muy lejos de haber acabado, y le encantaba saber que el colgante de perla se había convertido en un símbolo de la intimidad que acababan de compartir. Si fuera por él, se lo pondría siempre y, cada vez que se moviera sobre su piel, recordaría las sensaciones que él le había producido con su lengua.

Tom: ¿Cómo te sientes? -preguntó.
Tu: Como una concubina. ¿Cómo te sientes tú?
Tom: Como el hombre más afortunado de la tierra.

Ella suspiró.

Tu: Esto ha sido mucho mejor que como lo describían los libros.

Él le frotó el labio inferior con el dedo.

Tom: Pero sigues siendo virgen.

La sonrisa de ella fue pura seducción.

Tu: Tómate la libertad de encargarte de eso cuando gustes, vaquero. Por si no te has dado cuenta, soy una muñeca en tus manos.

La erección de él palpitó. _____ hacía parecer que el siguiente paso fuera lo más natural del mundo y él intentó mantener el mismo tono de voz.

Tom: ¿Qué te parece ahora?
Tu: Ahora estaría bien -susurró ella con voz perezosa deslizando un dedo por su erección-. A menos que prefieras que yo...
Tom: Esta vez no.

Maldición, estaba más tenso que una ternera en un lazo y sólo conocía una forma de relajarse. Pero no quería que ella captara su agitación y se pusiera nerviosa. Todo lo que había hecho hasta el momento había sido para relajarla. Bueno, no era del todo cierto. Ella estaba tan lasciva, que no había podido evitarlo.

Tu: ¿Quieres que ponga la música?

Había estado tan absorto en ella, que no se había dado cuenta de que la música había terminado.

Tom: Déjalo. Creo que en este momento deberíamos escucharnos el uno al otro, lo que digamos, como respiremos y los gritos que lancemos...

A ella se le nublaron los ojos de pasión.

Tu: De acuerdo.

Tom se apartó para alcanzar un preservativo de la mesilla.

Tu: Puedo ponértelo yo. He practicado.
Logan: ¿Practicado? -preguntó él con un ataque de celos-. ¿Con quién?
Tu: Con el señor Pepino.

Tom empezó a reírse.

Tom: Sólo lo harías tú, _____.
Tu: ¿Te parece divertido?
Tom: Claro que me parece divertido -le dio un beso e intentó quitarle el envoltorio, pero ella lo mantuvo fuera de su alcance-. Dámelo.

Se rió. No podía dejar de imaginarla en la cocina extendiendo un condón sobre un pepino una y otra vez hasta hacerlo bien.

Tu: ¡Quiero enseñarte lo buena que soy! -protestó ella rasgando el paquete.
Tom: No. Vamos, _____. Estoy demasiado excitado. Si empiezas a vacilar, puede que explote.
Tu: No vacilaré.
Tom: Lo harás.

CAP 42.-
Forcejeó con ella tocándola y besándola donde podía mientras intentaba quitarle el envoltorio.

Tu: Lo hago muy bien, Tom. Déjame hacerlo.

El forcejeo le puso más al límite.

Tom: Si no paras de luchar y no me devuelves ese preservativo, voy a atarte a los postes de la cama -advirtió con una sonrisa.
Tu: No me importaría -tenía la respiración tan jadeante como la de él-. Los libros dicen que es excitante. ¿Lo has probado alguna vez?
Tom: No -bajó la vista hacia ella con el pulso acelerado al imaginarla con las piernas abiertas atada sobre las sábanas de satén. Apenas podía respirar-. Hablaba en broma.
Tu: Pues yo no. Y me parecería el momento perfecto para usar esos guantes.

Tom la miró a los ojos y vio el fuego en ellos.

Tom: ¿Me dejarías hacerlo?
Tu: Te dejaría hacerlo porque confío en ti, Tom. Y sé que tú me dejarías hacer lo mismo. Sería excitante.
Tom: ¡Oh, _____!

Tom estaba temblando como un potro recién nacido al imaginarse a _____ atándolo y... experimentando con él todo lo que había leído en los libros.

Tu: Échate. Déjame ponerte el preservativo.(perro o que onda xD)

Tom: De acuerdo -lo estaba volviendo loco de deseo de rendirse ante ella para que lo introdujera en una sensualidad nueva y fascinante. Se recostó contra las almohadas-. Pero no juguetees.
Tu: No te preocupes. Entiendo tu problema.
Tom: ¡Yo no tengo ningún problema! Cualquier tipo en mi situación tendría que hacer un esfuerzo por mantenerse entero.
Tu: Entonces, ¿te lo has pasado bien hasta ahora?
Tom: No tienes que preguntármelo. Yo... -casi se atragantó cuando _____ se inclinó y le lamió la punta del pene-. ¡_____!

Ella alzó la cabeza y le sonrió.

Tu: Lubricación -entonces enrolló el preservativo con experiencia en menos tiempo del que lo hubiera podido hacer el mismo-. Ya está.

A pesar de su velocidad, el contacto le hizo lanzar un gemido.

Tu: ¿No lo he hecho muy bien?
Tom: Desde luego.
Tu: ¿Quieres que me ponga yo encima? He visto fotografías de como...
Tom: No -la agarró y la volvió echándola contra el colchón. Entonces alcanzó los ligeros y los desabrochó-. Y es hora de deshacerse de esto.

Ella lo miró con la respiración jadeante y entreabrió los labios de anticipación.

Tu: Lo que tú quieras.
Tom: A veces un hombre tiene que ponerse al mando.

Tom deslizó cada una de las medias por sus muslos y se las quitó. Entonces, le tocó el turno al liguero y a lo que quedaba de las braguitas.
_____ se sonrojó allí desnuda bajo su mirada.

Tu: ¿Ahora lo apruebas? ¿Estoy lista?

Él estaba tan desbordado por la imagen de ella sólo con la cadena de margaritas y la perla que apenas podía hablar.

Tom: Eres perfecta -dijo con voz tensa-. Y debería dejarte que te pusieras encima y dirigieras el ritmo ya que no lo has hecho nunca antes, pero... no me apetece hacerlo.

Su pregunta fue seductora.

Tu: ¿Por qué no?
Tom: Porque me sentiría... secundario.
Tu: ¿Cómo si te utilizara?




HOLA!!!! BUENO ... JAJJAJ SOY UNA PERVERSA ... TODAVIA NO TIENEN SUS QUEVERES, ESTAN EN EL PROCESO :D ... JAJJAJA NO ME MATEN, ASI VA LA HISTORIA :)) BUENO ... UNA DISCULPA POR NO HABERLES AGREGADO EN ESTA NOVE PERO ... ME DABA FLOJERAAAA!!! MMATENME ... BUENO SIN MAS QUE DECIR ME DESPIDO, SI VEO MAS DE 2 COMENTARIOS LES AGREGO SINO NO ... BUENO ... ADIOS :))

martes, 8 de julio de 2014

Capitulos 36º 37º y 38º

CAP 36.-
Con cierto esfuerzo, Tom consiguió introducir a bordo del Cessna una pequeña nevera sin que sus padres lo notaran. Dentro, estaban las margaritas que había comprado en Flagstaff y hielo del hotel para mantenerlas frescas. El hielo nunca había sido para él una sustancia erótica, pero desde que _____ había mencionado frotarlo contra ciertas partes de su anatomía, ahora no podía mirar una cubitera sin excitarse.
Y ahora, por fin, estaba pilotando la avioneta de vuelta a Copperville con sus padres. Su cita con _____ sería dentro de pocas horas y, aun así, demasiadas para sus nervios. No se había atrevido a llamarla de nuevo considerando el estado en que lo había dejado la otra vez, pero no se la había quitado de la cabeza ni un instante.
Cuando llegaron a casa, Tom y su padre descargaron las maletas mientras su madre entraba para escuchar los mensajes. Cuando Tom entró en la cocina escuchó la voz de _____.

Tu: Este mensaje es para Tom-dijo con la voz de la _____ de siempre-. Tom, no te molestes en cenar antes de venir a verme. Yo haré la cena. Algo simple, de picar probablemente. Ah, no te molestes por el hielo. Tengo un montón. Puede que esté en el jardín trasero o algo así cuando llegues, así que pasa directamente.

A Tom casi se le cayeron las maletas que llevaba en la mano.
Su madre se dio la vuelta para mirarlo con una sonrisa.

Simone: ¿Has quedado con _____ esta noche?
Tom: Sí -intentó sonar normal, pero era difícil mientras pensaba en _____ dándole de comer algún manjar exótico con los dedos vestida con una sensual lencería. Y aquella sutil referencia al hielo y el hecho de que quisiera que entrara directamente. Apostaría un millón de dólares a que sabía dónde la encontraría y no era precisamente en el jardín trasero-. Prometí pasarme a contarle cómo había ido el viaje.

Simone lo miró con gesto especulativo.

Simone: Te da pena que se vaya del pueblo, ¿verdad?
Tom: La verdad es que no. Estoy contento por ella. Es lo que siempre ha querido.
Simone: Ya lo sé y todos estamos contentos por ella, pero tú estás nervioso. Te lo noto en la cara. Tienes el color subido. Creo que estás disgustado por que se vaya y te deje aquí.
Tom: Desde luego que no - posó las maletas y agarró a su madre por los hombros-. Tienes una imaginación calenturienta, mamá -entonces, le dio un beso en la mejilla y notó el cansancio alrededor de sus ojos. Tres días sin parar eran mucho para sus padres, que tenían ya casi setenta años-. Creo que iré a revisar el tanque de comida por el que estaba preocupado papá.
Simone: ¿No iba a hacerlo él?
Tom: Sí, pero, ¿por qué no toman los dos la tarde libre? Ya han trabajado mucho en este viaje. Relajense el resto del día.

Su madre asintió.

Simone: Veré si consigo convencerlo. Creo que está más agotado de lo que quiere admitir -miró a Tom con gratitud-. Gracias, hijo. No sé lo que hubiéramos hecho sin ti.
Tom: No te preocupes - sonrió y se dirigió a la puerta. Al salir se cruzó con su padre-. Intenta convencer a mamá de que descanse el resto de la tarde, ¿de acuerdo? Está agotada.
Gordon: Tengo que examinar el tanque de pienso.
Tom: Lo haré yo. No tiene sentido que vayamos los dos con este calor.

Su padre le pasó la mano por el hombro.

Gordon: Gracias, hijo. Si no vigilo a tu madre, no parará hasta que caiga rendida.
Tom: Eso mismo pienso yo.

Tom se fue a los corrales con sensación de alivio. Trabajar solo era lo que necesitaba para poder pasar las siguientes horas.
Tom nunca había estado más nervioso que mientras conducía a casa de _____ poco antes las ocho.
La nevera a su lado con la botella de vino había sido fácil de esconder ante sus padres. Él había llevado otras veces vino a casa de _____, pero había tenido que ocultar la cadena de margaritas que había hecho cuando no lo había visto nadie. Su madre parecía vigilarlo con más atención, así que tendría que tener cuidado con parecidas preparaciones en el futuro.
El futuro. Se le ocurrió entonces una idea terrible. Quizá esa noche fuera la última. Después de todo, una vez resuelto el problema de la virginidad de _____, no necesitaría seguir con aquel arriesgado asunto. Ella lo quería para un trabajo en concreto y, después de esa noche, el trabajo estaría terminado.
Maldición, no podía pensar en eso o se deprimiría. Y definitivamente planeaba disfrutar. Si sus hermanos descubrían lo que estaba pasando lo freirían, así que tenía que hacer que el riesgo mereciera la pena.
Aparcó en el camino y notó que estaba temblando como un potrillo recién nacido. Las luces del salón estaban apagadas y con el corazón desbocado, agarró la nevera y subió los escalones del porche.
Tal y como había esperado, la puerta no estaba a cerrada. Entró con el pecho comprimido del esfuerzo por respirar con normalidad y tropezó con una margarita. Un reguero de ellas iba desde el recibidor por todo el pasillo. No tenía duda de dónde acabaría aquel sendero. Se dio la vuelta y cerró con llave.

CAP 37.-
Posó despacio la nevera y el sombrero en la mesita del salón, abrió la nevera y sacó la cadena de margaritas y el vino. Esquivando las margaritas se fue a la cocina a abrir la botella. Si no lo hacía entonces dudaba poder hacerlo más adelante. Con la cadena de margaritas metida en un brazo, la botella en una mano y dos copas en la otra, siguió el reguero de margaritas.
Se había preparado a sí mismo para una tentadora imagen de _____ tendida en la cama y con poca ropa encima, pero la escena que ella había creado lo dejó sin aliento. La sangre le martilleó en las sienes al contemplar la fantasía de todo hombre: una virgen encerrada en un burdel.
Unas cortinas de terciopelo rojo y las bombillas rojas daban un ambiente de pecaminoso placer. Sus guantes de piel esperaban en una mesilla y en la otra una bandeja de comida que podría haber sido sacada de una orgía romana: tomates enanos, melocotones aterciopelados, espárragos helados y racimos de uvas maduras.
Fuera por la fruta o por alguna fragancia exótica que _____ hubiera añadido, la habitación ya olía a sexo y una suave música de fondo sonaba en el estéreo. Había colocado espejos enmarcados con pañuelos en distintos ángulos y todos reflejaban la pieza central de la habitación, una cama cubierta de virginal satén blanco con una montaña de cojines de satén de todas las formas y tamaños.
Reclinada sobre aquel nido había una mujer a la que Tom apenas reconocía. Aunque las diminutas tiras de satén blanco que cubrían sus senos parecían inexistentes, conseguían resaltar su escote, donde la perla descansaba en su suave valle. Deslizó la mirada hacia el liguero y las bragas que definían su feminidad en formas que él ni siquiera hubiera imaginado posibles. Los ligueros sujetaban unas medias blancas con perlas y encaje en el borde. Lo último que asimiló fue que _____, una mujer que siempre usaba zapatos de deporte o botas bien usadas, tenía unas sandalias blancas de tacón alto.
_____esbozó una lenta sonrisa.

Tu: ¿Qué piensas?
Tom: Yo no... –tragó saliva-. No creo que esto se trate de pensar.
Tu: Cierto –miró a su cremallera-. Pero he conseguido la reacción que quería. ¿Quieres... quitarte esa ropa? Parece un poco... apretada.
Tom: Hum, Sí.

Bajó la vista y vio que todavía llevaba la botella, las copas y las margaritas, pero tenía el cerebro tan abotargado, que no sabía dónde ponerlo. Ya era un milagro que no se le hubiera derramado el vino en la moqueta.
_____extendió los dos brazos.

Tu: Yo sujetaré la botella y las margaritas. Puedo servir el vino si quieres mientras te desnudas.

Tom la miró con los dos brazos extendidos y tuvo el impulso de tirar todo lo que llevaba en las manos y unirse a ella al instante en aquella tentadora cama. Gimió con suavidad y agitó la cabeza para despejarse. Necesitaba hasta el último ápice de control del que dispusiera para conseguir la lenta seducción que había planeado.

Tu: ¿Te pasa algo? -preguntó ella.
Tom: Sólo que me has dejado sin aliento y estoy haciendo un esfuerzo por recuperarme.
Tu: ¿De verdad que he hecho eso?
Tom: Sí, de verdad -le pasó la botella y los vasos y cuando los posó al lado de la bandeja, le dio la corona de margaritas-. Normalmente soy más educado cuando entro en la habitación de una dama con vino y flores y se las doy sin esperar a que me las pidan.
Tu: ¡Oh! -_____ sonrió y se puso la cadena alrededor del cuello. Bordearon sus senos como una mano atrayendo la atención a la provocativa redondez que sobresalía del diminuto sujetador que llevaba-. ¿Cómo me quedan?
Tom: Más excitantes de lo que había imaginado.

Ella lo miró a los ojos con los suyos cargados de intensidad.

Tu: Es excitante, ¿verdad? Nosotros dos y... todo esto. ¿Quién lo hubiera imaginado?
Tom: Desde luego no yo.

_____ miró el vino.

Tu: Los libros dicen que el alcohol adormece placer sexual.
Tom: Pensé que necesitarías relajarte un poco -se rió-. Pero quizá lo necesite yo más que tú. No pareces nada nerviosa.

CAP 38 .-

Tu: Pues tengo un millón de mariposas en el estómago.
Tom: ¿De verdad?
Tu: Por supuesto. Nunca había actuado así con un hombre.

Tom se sintió halagado de que aquel regalo se lo diera a él.

Tom: Eso hace que esta noche sea muy especial para mí también.
Tu: Me alegro. ¿Sabes? Creo que un poco de vino no me sentará mal.
Tom: Yo estoy tan tenso, que te garantizo que no me afectará.
Tu: Y yo no quiero estar inhibida.

Tom lanzó una carcajada.

Tom: ¿Es esto inhibición?
Tu: Más o menos. Los libros dicen que una mujer puede volver loco a un hombre si la encuentra en la cama... tocándose.

Tom tragó saliva.

Tom: ¿De verdad? -por el penoso bulto de sus pantalones, los libros debían tener razón, pensó _____-. ¿Y crees que un poco de vino podría animarte a hacer eso?
Tu: Podría.
Tom: Entonces bebe.

_____ se sonrojó.

Tu: Sólo un poco entonces -se inclinó hacia la mesilla y sirvió media copa a cada uno. Entonces alzó la suya y se reclinó contra las almohadas-. Ahora desnúdate para mí, Tom. Y hazlo despacio.

Él se quedó con la boca abierta.

Tom: ¿Qué quieres decir con despacio?
Tu: Provócame un poco. Crea el suspenso.
Tom: ¿Qué suspense? Ya has visto todas las partes de mi cuerpo después de lo de la otra noche. ¿Qué diferencia hay en cómo me quite la ropa ahora?
Tu: Créeme, hay una gran diferencia. Y no dejes de mirarme todo el tiempo mientras lo haces.

La sospecha le hizo fruncir el ceño.

Tom: ¿Y cómo sabes tú que hay diferencia?
Tu: Una amiga mía de la universidad tuvo un streap-tease masculino el día de su cumpleaños. Y fue muy bueno.
Tom: ¡Pero yo no soy un exhibicionista!
Tu: Tu cuerpo es incluso más bonito que el suyo -se frotó el labio inferior con el borde de la copa de vino antes de sacar la lengua y pasarla por el borde-. Haré que te merezca la pena, vaquero.

Con aquel seductor movimiento de su lengua por la copa, podría convencerle hasta de que bebiera arsénico, pensó Tom. Decidió beber el vino primero y se acercó a la mesilla, donde dejó los preservativos que llevaba en el bolsillo. Ella los miró y después a él.

Tu: Yo también he comprado.
Tom: ¿Y cómo sabías el tamaño?
Tu: Tenía bastante idea.

Tom recordó sus manos sobre él, su boca absorbiéndolo y pensó que sí, que debía saberlo muy bien.

Tu: Entonces, ¿te desnudaras para mí, Tom?
Tom: Júrame que no se lo dirás nunca a nadie.
Tu: Te lo juro por la tumba de Tutankamón -Alcanzó el control remoto y subió un poco el volumen; la percusión era cada vez más insistente-. Ahora hazlo,Kaulitz. Hazme retorcerme.




YA MERO MUJERES!!! YA MEROOOOOO!!! JAJAJA ... HOLA ... :P ... BUENO AQUI ESTAN LOS CAPS ... EN EL PROXIMO ESTARA BUENISIMO, YA SE LO DEBEN DE IMAGINAR, BUENO SIN MAS QUE DECIR ME DESPIDO, QUE ESTEN BIEN :)) ADIOS Y YA SABEN, MAS DE DOS COMENTARIOS Y AGREGO SINO NO ...